Por Deyra Guerrero
Ya sea que se aborde la crucifixión de Jesús desde el punto de vista religioso, histórico o cultural, existen preguntas en torno al tema que la mayoría nos hemos hecho alguna vez. Veamos que dicen los especialistas respecto a cinco de esas interrogantes.
¿Jesús realmente existió?
En la investigación de Historia Antigua suele decirse que “testis unus, testis nullus”, que significa que disponer sólo de una evidencia sobre un acontecimiento es como no disponer de ninguna. Este no es este el caso de Jesús de Nazaret, ya que además de los Evangelios, que también son documentos históricos, hay noticias de Jesús en fuentes contemporáneas tanto romanas, como judías, en ambas, con la firma de historiadores antiguos que dan fe de su existencia.
¿Cuál era la forma de la cruz?
Había tres modalidades. La primera se llamaba cruz «tau mayúscula» porque su forma es similar a la letra mayúscula Griega tau (“T”). La segunda se conocía como cruz de «tau minúscula» por su forma como la tau minúscula (“t”). En ambos casos el palo central estaba plantado en general permanentemente en el suelo mientras que la barra transversal era cargada al lugar por la víctima. El tercer tipo era un árbol real aún en tierra (vivo o muerto) con sus ramas siriviendo de barra transversal. Jesús fue probablemente crucificado en una cruz de tipo «tau minúscula.»
¿Se puede sudar sangre?
La hematidrosis o sudor con sangre se ha descrito en medicina como un fenómeno raro que ocurre en personas bajo una insoportable angustia, un enorme estrés, como se han registrado casos en algunos bombardeos.
En la hematidrosis hay sudoración exagerada con ruptura de los capilares de las glándulas sudoríparas, mezclándose la sangre con el sudor y se acompaña de profunda fatiga.
¿Clavado en las palmas de las manos o en las muñecas?
Existen muchas discusiones científicas sobre este asunto, algunas contradicen a las tradicionales imágenes católicas sobre la crucifixión. Nicu Haas, profesor de la Universidad Hebrea de Jerusalén, dirigió una investigación con la que demostró que si a Jesús lo hubieran clavado en la palma de las manos, el peso del cuerpo, por ley de gravedad, lo habría empujado hacia adelante y, con toda seguridad, se habría desclavado, cayendo al suelo.
- Zugibe, tras una serie de experimentos, concluyó que hay dos sitios en la palma de la mano que permiten que un clavo penetre y cargue el peso completo del cuerpo, por lo que se puede decir que no hay certeza sobre lo que ocurrió en el caso de Jesús.
¿De qué murió Jesús?
Una vez crucificada la persona, y dependiendo de la manera en que se hiciera, la muerte sobrevenía en unas tres horas.
El médico Edward Albury, decano universitario en Oxford, y sobrino del legendario historiador inglés Arnold Toynbee, dice que Jesús sufrió una hemorragia grave, que le causó a su organismo cuatro efectos principales: 1. desmayos y colapsos fugaces; 2. los riñones dejaron de funcionarle; 3. una terrible arritmia cardíaca; y 4. pérdida de líquidos.
Posiblemente, Jesús murió por asfixia directa por compromiso de músculos respiratorios -posicional y de multicontusiones- e indirecta, secundaria a insuficiencia cardíaca. Es también altamente posible que concurriera una situación de edema pulmonar agudo debido a la insuficiencia cardíaca instaurada por la hipovolemia y posibles arritmias.
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