Este artículo pertenece al reportaje “Amor, Poder y Manipulación: el negocio de los estereotipos y la desinformación en redes sociales”. En esta serie, hablaremos sobre los mecanismos de desinformación y el fomento de estereotipos dañinos que usan personalidades de redes sociales para engañar y lucrar con sus seguidores.
Por Leslie Orozco
Mujeres influencers divulgan desinformación machista para que las jóvenes heterosexuales se conviertan en una mujer de alto valor (MAV), siendo la restricción de su vida sexual y contar con un hombre como figura proveedora, algunos de los principios que promulgan y que ponen en riesgo a sus seguidoras de ser víctimas de violencia económica o simbólica.
Para que las mujeres latinoamericanas consigan un estilo de vida como el que tienen las “mujeres de alto valor” que se encuentran Estados Unidos, ofrecen costosos cursos o contenido exclusivo que va desde los 5 a los mil 250 dólares, lo que equivale a 97 días del salario mínimo de las mexicanas.
Con el propósito de analizar el discurso y alcance de estos personajes públicos, Verificado examinó los videos más populares de las mujeres impulsoras del estilo de vida de alto valor.
Para este reportaje, se analizará el contenido de Tania Lucely, influencer que desde 2014 acumula 1.8 millones de seguidores, así como de Gera Castañeda, una creadora de contenido que desde el mismo año comenzó con contenido relacionado al estilo de vida y cuenta con 199 mil suscriptores en Youtube y más de 400 mil en Instagram.
Utilizando las herramientas de Desgrabador, Periscopio y Análisis de textos del Chequeabot, página de Chequeado, organización argentina de fact-checking e integrante de la red LATAM Chequea, se identificaron las principales desinformaciones que comparten en sus canales.
Desinforman para “aumentar tu feminidad” y ser una mujer de alto valor
Actualmente, existe una gran cantidad de representantes de este movimiento de mujeres de alto valor (MAV), que entre sus principios busca que sus seguidoras se coloquen como prioridad, al “estilizar” su apariencia y así mejorar sus condiciones para conseguir una pareja “proveedora”.
El intento por perpetuar los estereotipos de género no es exclusivo de países de América Latina. En el mundo anglohablante, desde 2016 se popularizó el término “tradwife” que surge de la combinación de las palabras inglesas traditional (tradicional) y wife (esposa), refiriéndose a mujeres que adoptan los roles de género tradicionales.
Estas mujeres optan por no trabajar fuera de casa y enfocan su tiempo en el cuidado del hogar, la familia y el esposo. El concepto busca reforzar la idea de que las mujeres deben asumir las tareas domésticas mientras mantienen una apariencia impecable, siempre bien arregladas y maquilladas. Una de las razones del éxito de estos videos radica precisamente en su aspecto visual: La estética es la puerta de entrada al movimiento «tradwife», misma estrategia que usan las impulsoras de la figura de mujeres de alto valor.
Tania Lucely, es una de las principales impulsoras de esta narrativa, y que, al igual que otras exponentes, es una mujer de ascendencia u origen latino que actualmente radica en Estados Unidos.
Al compartir su estilo de vida por medio de videos y posts de Instagram, estas mujeres han alcanzado gran popularidad en distintas redes sociales, aunque no cuentan con publicaciones donde explícitamente muestran sus alianzas con marcas, comparten enlaces en sus canales promocionando diversos productos y servicios.
En el caso de Tania Lucely, ofrece un curso llamado “Deseada y Adorada” con un costo de mil 250 dólares, y en su descripción enlaza páginas de venta de ropa en línea, un listado en Amazon con productos por los que obtiene un porcentaje por cada venta, y el portal de OCFIT Meal Prep una empresa norteamericana que proporciona planes alimenticios personalizados.
Por su parte, Gera Castañeda, promociona un curso que cuesta 29 dólares (560 pesos mexicanos aproximadamente) en el que promete fortalecer tu “energía femenina” para «eliminar las creencias erróneas acerca de la feminidad» que perjudican las relaciones, este es uno de los principales tópicos de la modelo e influencer peruana en sus plataformas sociodigitales.
Aunque Gera Castañeda cuenta con un número menor de suscriptores en YouTube que Tania Lucely, en páginas como Viquid se estima que sus ganancias son mayores. Aunque en su canal principal cuenta con tan solo 12 videos, en la sección de reel (videos cortos) llega a los 430 contenidos.
La feminidad y la energía femenina son términos que se popularizaron hace un par de años en TikTok, y son usados para argumentar que las mujeres deben performar mediante las actitudes y patrones de comportamiento supuestamente correspondientes a un sólo género.
No existe evidencia científica que avale esta terminología, en realidad, estas tendencias disfrazan y fomentan los estereotipos asignados a los roles de género, pues, en la mayoría de videos se habla de factores relacionados a la vestimenta y conductas, en las que las mujeres discretas, elegantes y alegres son quienes cumplen con el supuesto concepto.
“El crear nuevos modelos de actuación, femenina o masculina o de constructos, deben de ser más libres, más cómodos y menos impositivos. No deben ser tan persecutorios tan obligatorios, como ‘oye, sabes que tú siempre debes de ser el caballero, tú siempre debes de ser la delicada, tú siempre debes de ser el macho rudo y tú siempre debes de ser sumisa y dulce’. En la medida que podamos ir relajando la construcción de esos roles (de género), podemos estar más a gusto con nosotros mismos y con la socialización también de nuestro género”, mencionó Elia Martínez Rodarte, sexóloga y escritora.
Los discursos compartidos en redes insisten en que la hipergamia femenina, es un factor para triunfar en una relación. Este término se utiliza para explicar que una mujer busca una pareja con mayor grado académico o que cuenta con un estatus económico y social más favorable que el de ella.
Respecto al libre ejercicio de la sexualidad, las integrantes de grupos de “alto valor” promueven narrativas conservadores y machistas, pues aseguran que las mujeres no deberían de tener relaciones sexuales con diversas parejas, ya que afirman que se pueden involucrar sentimentalmente con su compañero debido a la producción de hormonas como la vasopresina y la oxitocina.
“Es una información falsa esta cuestión de involucrar las hormonas en estas, yo creo que diría vulgaridades, me explico sobre etiquetación de hombres y mujeres, pero sobre todo hay que respetar a las hormonas y a los neurotransmisores como las sustancias que nuestro cuerpo genera, no solamente para sentir este placer en una actividad sexual, sino para realizar otros muchas funciones”, menciona Martínez Rodarte.
En la mayoría de sus videos, estas mujeres invitan a su audiencia a buscar a un hombre proveedor que les proporcione obsequios y que a la hora de estar comprometidos, aporte a la economía familiar y sea el principal ingreso.
Aconsejar que se busque a alguien con mayor estatus económico y social, además de adjudicar el papel de proveedor, puede ser un paso riesgoso para las mujeres latinoamericanas.
De acuerdo a especialistas como José Olavarría (2013), el rol del hombre proveedor es uno de las estructuras más antiguas en las que se centra la construcción de la “identidad masculina”. La presión para mantener esa “responsabilidad” en un mundo con inestabilidad laboral, puede desarrollar riesgos en la salud física y mental de los hombres.
Hasta 2021, en México, más de 9.7 millones de mujeres experimentaron violencia económica, esto significa que dos de cada 10 mexicanas han sido controladas, despojadas o chantajeadas económicamente por su pareja, que ejerce el rol de proveedor.
Captan atención de manera sigilosa
A diferencia de las comunidades de hombres “alfa”, las seguidoras de las mujeres de alto se mantienen al interior de los espacios y foros de internet. En redes sociales como Facebook, existen comunidades de mujeres que comparten consejos y situaciones personales para recibir apoyo.
Además, comentan y debaten sobre los nuevos videos o publicaciones de las influencers, quienes en redes sociales comparten sus vidas rodeadas de lujosos productos, cenas en restaurantes de moda y vacaciones a destinos paradisíacos, perpetuando la idea de que a las mujeres de alto valor, reciben este trato por cumplir con los estándares de belleza y sumisión.
En el caso particular de las llamadas mujeres de alto valor el compartir sus vida en redes es un tema ambiguo, pues mientras mantienen en la privacidad detalles de su cotidianeidad, profesiones o estudios, ni dan información de su pareja sentimental en caso de tener una; sí ostentan en las redes sus bienes, viajes, empresas o colaboraciones.
Esto, las expone más a recibir críticas en redes sociales, un ejemplo es el testimonio de Tania Lucely, quien realizó un video para responder a los cuestionamientos sobre su actual situación amorosa, en el mensaje menciona que eligió mantener en privado su relación a partir de ahora, pues en el pasado ha tenido que limitar sus interacciones por miedo a ser juzgada.
“Una de las razones por las que prefiero no estar tan activa en línea es porque aunque odio admitirlo -y no me gustaría que fuera así- compartir demasiado de mi vida personal tan públicamente influye en mis decisiones… al menos un poco, por ejemplo, me hace querer evitar terminar una relación aunque tengo dudas sobre ella”, menciona en un video reciente.
En su video, menciona la especulación de su ruptura y cuestionamientos por futuras parejas se ha utilizado para desacreditar sus cursos y consejos en redes.
La suerte de la “bonita”, refuerza estereotipos de género
Algunos términos que utilizan en sus videos, es “pickmeisha”, una referencia a la frase en inglés pick me, cuya traducción literal significa «escógeme” pero que las impulsoras de las MAV utilizan para clasificar a las mujeres que “quieren ser elegidas tan desesperadamente por un hombre que hace cualquier cosa para tratar de impresionar”. Bajo estos argumentos, desestiman a las mujeres que no concuerdan con sus ideales.
“En mi opinión toda mujer es valiosa como persona, pero una mujer a la que el mundo considera de alto valor y los hombres la consideran la mujer de sus sueños, se comporta de manera diferente a la mujer considerada como pickmeisha”, comentó Lucely en su video ‘Eres Pickmeisha o mujer de Alto valor/La mujer de sus sueños?» que cuenta con más de 21 mil me gusta.
Otras características que menciona la influencer, están relacionadas a su manera de vestir, a sus gustos, actividad sexual, incluso, si aportan monetariamente en una relación.
Respecto a las cualidades relacionadas a las mujeres de alto valor se encuentran: tener amor propio, autoestima alta, ser inteligente, no ser manipulada, tener estándares altos, establecer límites, ser quien recibe en la relación, pues los hombres son quienes deben proveer, y “no entrega su cuerpo a un hombre, hasta que él demuestre con acciones que es digno”.
Cuando los altos estándares tienen consecuencias en la salud mental
De acuerdo a un estudio realizado por la Universidad de La Laguna en adolescentes y jóvenes de las generaciones “millennial” (1981-1993) y “Z” (1994-2010), esta última registró que hombres y mujeres tienen una menor autoestima debido a la influencia de las redes sociales, pues comparan su vida con los lujos de influencers o personajes públicos que siguen.
Además, el confinamiento por el COVID-19 impactó en la salud mental de los jóvenes mayores de 20 años, de acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en 2022, se otorgaron 818 mil 121 consultas relacionadas a la salud mental y adicciones en este sector de la población.
La búsqueda por encajar en un grupo que atribuye un “mayor” valor a las personas, basados en los roles tradicionales de género, orilla a las mujeres a seguir los consejos de personas que difunden narrativas machistas.
Además, las mujeres latinas con un estilo de vida alejado del que promueven las influencers radicadas en otro país, pueden experimentar frustración por no tener acceso a los productos y servicios o alcanzar los estándares de belleza hegemónica que difunden las mujeres de alto valor.
A la par, al promoverse como casos de “éxito”, provoca que sus seguidoras confíen en los argumentos desinformantes que estas influencers comparten en sus plataformas.
Consultas entregas anteriores de este reportaje donde ampliamos sobre las narrativas de impulsan las influencers para promocionar sus cursos y talleres mientras desinforman.
Esta serie de reportajes se realizaron utilizando las herramientas Desgrabador, Periscopio y Análisis de Textos del Chequeabot, desarrolladas por Chequeado, en el marco del proyecto “Fortalecimiento de las capacidades de detección y análisis de tendencias desinformantes regionales en América Latina ” coordinado por Chequeado.
