Por Pablo Pérez
El caso de Televisa Leaks nos ha puesto sobre la mesa 5 terabytes de pruebas demostrando que el conglomerado de medios más importante del país contaba, o cuenta, con un “cuarto de guerra” desde donde operó campañas sucias en contra de sus opositores comerciales, políticos e incluso otros medios, teniendo en su nómina a legisladores y ministros por igual.
Sobre Televisa pocas cosas buenas hay que decir, el antiguo dueño se definía a sí mismo como “un soldado del PRI” durante el mandato de José López Portillo, que pasó a la historia como “el llorón” por simular que le importaba haber causado una de las peores crisis de nuestra historia.
En ese entonces Televisa se limitaba a reproducir el discurso oficialista y durante la campaña de Miguel de la Madrid simplemente nadie veía a través de la televisión a otros candidatos, Emilio Azcarraga Milmo soltó la famosa frase en la que no vio nada cuestionable pero que queda para la historia como la muestra de que trabajaba para el presidente durante la campaña del que sería su próximo jefe, porque le convenía a la empresa.
¿Cambió esto con el tiempo? Ya siendo electo Andrés Manuel López Obrador dijo: “Televisa ya no es lo mismo que antes”, cuando curiosamente la televisora suavizó su discurso hacia el presidente a quien por mucho tiempo llamó “un peligro para México”.
Ahora nos enteramos que al mismo tiempo operaba promoviendo la imagen del ministro favorito del tabasqueño mientras, si los testimonios son ciertos, mantenía en nómina a legisladores de Morena, el PAN y el PRI para cabildear las iniciativas que le convienen a la empresa y bloquear las que fueran en contra de sus intereses.
Claro que Televisa ya no era lo mismo de antes, entendió que los rumores en la red pueden ser más poderosos que los dichos de sus periodistas estrella. Que es más efectivo tener un estudio de diseñadores y editores de vídeo para decir las flagrantes mentiras que ni sus conductoras más desvergonzadas, famosas por casos como la niña Frida Sofía, se atreverían a decir en voz alta.
Observo detalles sobre la presentación de la evidencia, me hubiera gustado que en vez de una exclusiva se compartiera la información entre varios medios para que cada quien hiciera su chequeo de datos y se presentara la información de distintas maneras haciéndola más accesible, la misma información debe colocarse en algún lado para ser de acceso público.
También entiendo que se haya hecho así porque el de Aristegui tampoco es el medio más moderno que tenga el panorama nacional y claramente todavía cree en las exclusivas.
Pero independientemente de la presentación, veo sobre la mesa 5 terabytes de evidencia de lo que es sabido a voces, la información en redes es manipulada por los mismos intereses que manipularon la información en las pantallas de las familias mexicanas sin distinguir ideologías sino arrimándose al poder en turno.
La situación es muy compleja desde el punto de vista del periodismo porque al mismo tiempo Televisa nos dió la mejor crónica del sismo del 85, habló de las ejecuciones extrajudiciales del ejército en Tamaulipas y me consta que hay colegas que trabajan para la televisora y han caminado lado a lado de las madres buscadoras para que el mundo sepa de su lucha por la memoria y la justicia.
Lo que este caso evidencia no es la maldad de Televisa, es que el poder siempre va a querer controlar la información.
Estoy seguro, sin pruebas pero tampoco dudas, que TV Azteca tiene también su “cuarto de guerra” desde donde lanza campañas sucias en contra de sus adversarios, al igual que Morena y el PAN y seguramente PEMEX y las mineras del Grupo México para hacer ver a los defensores del territorio como “narcos” mientras contratan verdaderos narcos para asesinarlos.
Por eso no debemos tener solo una Televisa y una TV Azteca sino una constelación de medios, nacionales, locales y nacionales que sirvan de contrapeso en contra de la desinformación, que utilicen el chequeo de datos y las fuentes creíbles, que expongan sus procesos para evaluarlos.
Y no, los mensajes que llegan en el chat familiar de Whatsapp no son parte de esa constelación, este caso demuestra que esos son parte de los brazos de Televisa.