Por Pablo Pérez
Sobrevivimos a otra semana en la que la política global se basó en amenazas y, por lo menos en cuanto a México, creo que la libramos bastante bien.
Finalmente Estados Unidos no aplicó ningún arancel a los productos mexicanos como escribí en mi columna pasada y nos dejaron solamente la amenaza sobre el cuello mientras conseguimos algún tipo de compromiso de su parte de asomarse al problema del tráfico de armas.
Para ser objetivos los aranceles no se aplicaron porque nomás de anunciarlos cayeron todos los indicadores económicos en Estados Unidos. El nerviosismo empresarial afectó especialmente a las grandes automotrices General Motors, Ford y particularmente Tesla (joya de la corona del vicepresidente no electo Elon Musk) perdió un 5% de su valor tan solo el lunes.
Trump no se detuvo porque Sheinbaum lo haya hecho entrar en razón sino porque le ordenaron parar para no desbarrancar la economía de su país, el continente y sobre todo las empresas de sus patrocinadores.
Aclaro, la negociación de Sheinbaum fue firme, valiente incluso, no invirtió más que la movilización de un 7% de la fuerza de la Guardia Nacional y con pruebas del propio sistema legal estadounidense (les dije que Marcelo algo veía venir) logró que se hablara del enorme problema de las armerías norteamericanas pertrechando a los cárteles mexicanos. No hay más que logros en el resultado de esta negociación.
Una vez más me preocupa que en los medios prevalece la adoración o el antagonismo por el personaje por encima del análisis político y económico. Estamos inundados de Chumeles que por milésima vez nos dicen que urge comprar dólares (qué no subieron de precio) y Chapuceros que dicen que Trump está en shock con las habilidades de nuestra presidenta aunque en su realidad delulu, él siempre gana hasta cuando pierde juicios.
Estas maneras de informarse me recuerdan al oscuro mundo del marketing, dónde una de las habilidades de moda es el “storytelling”, contar cuentos para que la gente conozca tu producto, aunque no tenga mucho que ver con la realidad siempre es posible inventarse una donde lo que vendes sea importante.
Chumeles, Chapuceros, SinCensuras y similares saben perfectamente que estas realidades alternas les dan de comer, no se trata de informar sino de decir siempre que los del otro lado son malos muy malos y los de nuestro lado son buenos muy buenos.
Para que su audiencia se sienta bien crean una realidad en dónde “su equipo” siempre gana y “sus oponentes” siempre pierden o están a punto de perder aunque nada de eso esté pasando, una realidad delulu.
Pero para saber dónde estamos parados hay que aceptar que esos 10 mil elementos de la GN también aumentan el riesgo de violaciones de derechos humanos en la región norte del país, algo que está registrado y debemos atender urgentemente.
Y que la presidencia diga que nos preocupan los migrantes no borra que el Instituto Nacional de Migración tenga más denuncias incluso que el sistema penitenciario en nuestro país, incluso con muchas evidencias de estar involucrado en la trata internacional de personas.
Los aciertos del gobierno no nos deben hacer ciegos ante sus errores, porque su trabajo es gobernar todo el país para todos sus habitantes todo el tiempo, no solo en las emergencias internacionales. Sus errores no nos deben hacer ciegos a sus aciertos, porque el trabajo se debe reconocer lo haga quién lo haga, no solo cuando lo hacen los que nos caen bien.
Tenemos que saber qué está mal y que falta resolver para seguir exigiendo que se atienda, aunque los consumidores de los medios delulu digan que es golpeteo político o los del otro lado quieran subirse a una causa real y necesaria solo para realmente hacer golpeteo político.
Si nos alegramos por los logros de esta semana y creemos que solo por eso tenemos un gran gobierno pasa lo mismo que si creemos que la presidenta le entregó a Trump todo lo que quería “doblegándose” a su voluntad como no habría hecho un gobierno de oposición, vivimos en una realidad delulu que no nos deja ver los problemas reales y urgentes que seguimos teniendo. Y problema que no se ve, es problema que no se resuelve.
Delulu no es la solulu…