Por Pablo Pérez*
Acabamos de presenciar una discusión vergonzosa entre los representantes de las bancadas de MORENA en las dos cámaras legislativas, una ola de acusaciones mutuas en las que terminaron interviniendo la presidenta, la Secretaría de Gobernación y el presidente del Senado, (todos del partido en el poder).
Al resolverse el tema los pacificadores salieron a decir, orgullosos de sí mismos (orondos, como dirían en mi ciudad), “hay unidad en nuestro movimiento” como para tranquilizarnos.
¿Pero, a quién beneficia la unidad?
Había mucha unidad en el PRI de Peña Nieto, tanta que Emilio Lozoya operó sin temor casos como Odebrecht y Agronitrogenados. También tenían mucha unidad los panistas durante el Calderonato, para beneficio de todas las acciones criminales de García Luna y no se puede hablar de algo menos que unidad en el sexenio de López Obrador que le echó la culpa del desfalco de SEGALMEX no a su exjefe Ignacio Ovalle sino a algunos “priistas mal intencionados” (aunque su partido está lleno de priistas) y terminó perdonando al director del organismo para premiarlo con un puesto en otra dependencia.
Se escucha decir en círculos de análisis político que para que todo sistema funcione es necesario aceptar un cierto número de errores… me perdonan pero mi formación como ingeniero no me permite pensar así, para mí los errores deben localizarse y resolverse porque no hacerlo siempre termina siendo más costoso a largo plazo.
No hay nada vergonzoso en aceptar que hay periodistas que mienten, admitir que hay ciencia que no resiste la prueba de la evidencia, que hay médicos deshonestos, al contrario, señalar esto, como acaba de hacer CNN en Siria admitiendo que presentó información falsa al aire es la única manera de mantener la credibilidad en nuestras profesiones.
Unirse alrededor de quien cometió un acto deshonesto solo hace que la deshonestidad se extienda en el grupo, como una mancha de tinta sobre el papel.
Por eso me preocupa la respuesta de la presidenta del partido alegando que la unidad resuelve todos los posibles problemas presentados en la discusión entre los presidentes de su bancada en el senado y el congreso. Esa “unidad” es entre ellos y solamente en beneficio de ellos y a nosotros lo único que nos deja claro es que la justicia no le llegará a ningún posible Lozoya, García Luna u Ovalle de este sexenio.