Por Leslie Orozco
En Tiktok, se viralizó un video donde explican que consumir jamón o salchichas que llevan varias semanas en refrigeración y producen un líquido blanquecino, pueden ser letales o tener consecuencias en la salud debido a que producen una neurotoxina que se utiliza en la aplicación de botox, esto es verdad pero se trata de otro tipo de toxina botulínica.
Durante el mismo video, se menciona que en ocasiones los síntomas por consumir embutidos mal procesados pueden variar entre: calambres estomacales, parálisis estomacal, así como parálisis cardíaca o respiratoria o incluso la muerte.
@thewilliamjknape NO TE COMAS ESE JAMÓN! Puedes LITERALMENTE morir. Cuando comes embutidos echados a perder estás comiendo Botox. #ciencia #comida #bioquimica #biologia #quimica
Asimismo, el protagonista del video agrega que esta neurotoxina no desaparece al lavar o cocinar el producto.
Rápidamente en la sección de comentarios se despertaron alertas, desconfianza, así como testimonios sobre personas que, debido a consumir estos alimentos con dichas características tuvieron complicaciones médicas o diferentes síntomas.
Pese a la incredulidad de los usuarios por la comparación de componentes entre un procedimiento estético y un alimento, el video explica que la información está basada en artículo de una revista científica de bacteriología.
Y en realidad ese componente sí se puede producir en los alimentos, pero tiene una explicación y cierta probabilidad de que suceda.
Lo que explica el artículo
El artículo publicado en 2015, habla sobre las neurotoxinas botulínicas que pueden producirse por una bacteria llamada Clostridium botulinum, y las neurotoxinas son los agentes responsables del botulismo, una condición que afecta a los nervios del cuerpo y causar dificultades respiratorias.
En la investigación, se realiza un estudio de los peligros asociados a esta neurotoxina en alimentos y establece que el botulismo tiene una tasa de mortalidad del 5 al 10% de los casos, lo cual se considera un problema de salud mundial.
Los alimentos que contienen esta toxina, en su mayoría son enlatados o procesados de manera inapropiada.
Asimismo, se agrega que este mismo tipo de neurotoxina botulínica es utilizada en terapia para el tratamiento de trastornos neurológicos.
Es importante recalcar que los síntomas del botulismo no son provocados por causa de la bacteria, sino por la toxina botulínica y por lo general, se pueden manifestar entre 12 y 36 horas después de la ingesta.
La similitud con el botox
La toxina botulínica (conocida popularmente como botox) es usada en procedimientos médicos y cuestiones estéticas desde 1977, que se realizó la primera aplicación clínica de la misma para un tratamiento de estrabismo.
En tratamientos estéticos se utiliza la toxina botulínica del tipo A, actualmente en el mercado existen cuatro productos de la neurotoxina: el botox, dysport, xeomin, myobloc o neurobloc.
En su mayoría, es utilizada para reducir las líneas de expresión del rostro. Lo que hace este componente, es el bloqueo de señales nerviosas que son las encargadas de reducir las rugosidades de la cara.
La toxina también es utilizada para procedimientos médicos como el tratamiento para la sudoración excesiva (hiperhidrosis), producción excesiva de saliva (hipersalivación), así como calmar espasmos musculares o hemifaciales graves en articulaciones y para calmar el dolor crónico.
En conclusión
Es verdad que puede llegar a producir la neurotoxina botulínica en alimentos mal conservados o envasados, por lo que aumenta el riesgo de desarrollar la enfermedad del botulismo.
No solo los jamones y salchichas pueden contener esta toxina, también puede estar presente en conservas vegetales como espinacas, setas y remolachas; o productos de origen animal como pescados, atún en lata, pescados fermentados, salados o ahumados. Asimismo, el riesgo puede ir desde una intoxicación hasta la presencia de botulismo.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) la bacteria o sus esporas bacterianas sobreviven, crecen y producen las toxinas, y aunque su incidencia en los alimentos es baja, puede afectar seriamente la salud.
Y respecto a la similitud con el botox, aunque se trata de la misma toxina, son diferentes tipos.
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