Por Leslie Orozco
A nivel nacional la violencia contra personas trans y no binarias ha dejado un saldo de 16 transfeminicidios en lo que va del 2024.
En Nuevo León, las cifras a nivel estatal han sido recolectadas por la misma comunidad LGBTIQ+, pues las instituciones gubernamentales no han coordinado sus proyectos de atención a personas trans y no binarias y los medios de comunicación locales no dan la suficiente cobertura.
Activistas refieren que las personas trans en Nuevo León enfrentan mayores complicaciones en el ámbito laboral, pues en el último año, el 35% de quienes son económicamente activas han experimentado violencia en su espacio de trabajo.
“Aquí está la resistencia trans”
El pasado 30 de marzo cientos de personas que forman parte de la diversidad sexogenérica marcharon por las calles del centro de la ciudad de Monterrey con motivo del Día Internacional de la Visibilidad Trans.
La población joven predominó entre los asistentes de la cuarta edición de la marcha, algunos iban acompañados por familiares y allegados, o se unían a los diferentes colectivos que existen en el estado como Casa Trans Monterrey, Colectivo Trans Monterrey, Ciudadanía Trans y NB, LGBT+ Rights Nuevo León y la Coalición Mexicana LGBTTTI+.
Al término de la marcha, la activista y defensora de derechos humanos, Sylvia Sofia declaró que en lo que va del 2024, se han registrado 16 transfeminicidios.
Vivir trans
Nuevo León se encuentra entre los cinco estados con mayor población diversa con 286 mil personas, la población trans ocupa un porcentaje del 0.9%.
Es en la infancia, entre el nacimiento y los siete años cuando las personas se dan cuenta de que su identidad no corresponde con la asignada al nacer.
Para algunas personas trans es difícil afrontar los comentarios de odio que reciben por medio de sus familias o la sociedad, como el caso de Dennis Sebastián, a quien constantemente se le nombra con el género con el que no se identifica en su espacio de trabajo
“En el trabajo muchos me siguen llamando de ella, me siguen viendo como mujer y por el hecho de que todavía no he hecho mi tratamiento como tal hormonal y como no es legal -todavía falta poquito para que sea legal- (su transición en documentos), mucha gente no lo entiende y me siguen llamando de ella y si es complicado, porque a veces te hace sentir muy mal, hay momentos donde sí me pega muy duro”.
En Nuevo León, activistas como Vanessa Castillo, Gabriel Reyes y Jonás Larios realizaron una Encuesta de Diagnóstico Laboral para poblaciones trans y no binarias, su investigación revela que el 35.1% de las personas trans que trabajan, han recibido discriminación en su centro de trabajo.
Una persona que busca realizar su transición puede realizar un tratamiento hormonal seguro pero estos suelen ser poco accesibles para las personas trans. Además un 18.6% de personas trans, se realizan este tipo de procedimientos con poca información.
La encuesta reveló que cerca del 73.5% de las personas trans se han realizado procedimientos o tratamientos hormonales para transicionar su cuerpo y construir su identidad corporal.
Milo, un chico trans de 23 años que asistió a la marcha, explica que el acceso a las hormonas suele buscarse en el sector médico privado, que es más costoso y pueden realizarse fraudes.
“En el sector médico realmente no te quieren ayudar, solo quieren sacarte dinero […] un endocrinólogo me bajaba como dos mil pesos cada consulta y nada más me estaba poniendo peros, me hizo hacerme unos exámenes que no eran necesarios, que me salieron como en 10 mil”.
Además de costoso, puede ser peligroso para aquellos que buscan cirugías como la mastectomía pues algunos doctores no quieren dar tratamiento a personas trans.
“Yo le estaba comentando (al doctor) que en algún punto me quiero, pues hacer la mastectomía y me decía que me puede recomendar algunos doctores porque muchos no quieren tratar con nosotros”.
La mayoría de los casos de violencia están relacionados a las mujeres trans, datos de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, revelan que el 66% de este grupo son quienes tienen el mayor índice de agresiones físicas.
Carla Liliana, explica que además de recibir comentarios negativos por parte de la sociedad heteronormada, en ocasiones también los miembros de la población LGBTI+ son partícipes de la transfobia.
“Sigo sintiendo esta opresión a día tras día por parte de la gente que lo perpetúa de manera ignorante, a su vez también puedo ver y percatarme de la gran e inmensa cantidad de personas que forman parte de mi comunidad que muchas veces no vemos a gran escala, ver a la gente en este evento y en diferentes eventos que organizan a nivel estatal que involucran a la comunidad me da un airecito de esperanza”.
En 2023 se presentó la primera iniciativa dirigida a personas trans ante el Congreso del Estado, la cual fue impulsada por la activista Vanessa Castillo en coordinación con la Coalición Mexicana LGBTTTI+ y la diputada Jessica Martinez para garantizar que el 2% de los puestos de administración pública estén ocupados por personas trans.
No obstante, la iniciativa que plantea reformar el artículo 29 de la Ley Orgánica de la Administración Pública para el Estado de Nuevo León fue turnada a la Comisión de Gobernación y actualmente sigue en revisión.
Un dato que refleja la urgencia de aprobar este tipo de iniciativas que atiendan la exclusión laboral de personas trans en Nuevo León es que 42.2% no obtuvo o pudo obtener trabajo en el último año, esto según datos de la Encuesta de Diagnóstico Laboral.
Las exigencias de la población trans
Además de marchar por la visibilización de la población trans, binaria y no binaria, algunas de las exigencias hacia el gobierno están relacionadas con la implementación de campañas de inclusión y de salud pública para el acceso de tratamientos hormonales.
“Que haya más centros de salud y que tomen en cuenta las vivencias de las personas trans, que tengan acceso a tratamientos y que puedan acudir a centros de salud. También propuestas anti bullying en las escuelas”, explicó Orión, una persona no binaria que asistió a la marcha.
Sobre la ejecución de campañas estatales, si bien es cierto que algunas instituciones como la Secretaría de la Igualdad e Inclusión y la Secretaría de Cultura han implementado acciones a beneficio de la población trans, asistentes a la marcha refirieron que las diferentes instancias no están coordinadas entre sí.
“(Necesitamos) más unidad, más apoyo hacia nuestra comunidad, hay ciertas instancias privadas y organizaciones no gubernamentales que se dedican a ofrecer bastante apoyo pero entre ellas no logran ponerse de acuerdo y entre el Gobierno y las instituciones tampoco logran ponerse de acuerdo, entonces al final va cada quien por su lado”, menciona Clara Liliana, una mujer trans.
Ser una persona no binaria
Las personas no binarias son aquellas cuya identidad de género no corresponde con el espectro de los géneros binarios femenino o masculino. Las personas no binarias pueden sentir que su identidad de género puede ser: andrógina, intermedia entre femenino y masculino, fluida, neutral o no reconocida, múltiple, parcial o culturalmente específica.
Al igual que los hombres y mujeres trans, las personas no binarias sufren discriminación por salirse de la norma o por estereotipos que rodean el binarismo de género, falsa creencia de que la sociedad se divide exclusivamente en el sexo masculino o femenino.
“Dentro de la misma comunidad se tiende a dar muchas explicaciones o hacen preguntas bastante invasivas sobre tu expresión de género o identidad de género. Se te exige mucha androginia o se te exige que elijas un lado; si eres un hombre o si eres una mujer. Incluso en los pronombres es todo un asunto, la verdad también he vivido discriminación en mi centro de prácticas profesionales”, narró Orión, una persona no binaria cuyos pronombres son el y elle.
Persiste búsqueda por la visibilidad
En Nuevo León, las personas trans y no binarias continuan atravesando violencias y discriminación por ser un grupo minoritario, por ello es que se necesitan medidas para garantizar su seguridad, acceso a la salud, oportunidades laborales y sobre todo, respeto a su identidad.
Personas trans y no binarias siguen luchando por obtener mayor visibilidad y mejores oportunidades laborales, además de solicitar una mayor coordinación entre las diferentes instancias gubernamentales.

