Por Leslie Orozco
Hace un mes y medio, el gobierno de Nuevo León declaró al Río Santa Catarina como “área natural protegida” y canceló la construcción del viaducto elevado que afectaría la flora y fauna de la zona.
Ahora, la misma administración anunció la construcción de la «Presa Rompepicos II» que, de nuevo, amenaza al medio ambiente.
El 17 de julio se presentó el proyecto como un beneficio para evitar inundaciones, suministrar agua potable e incrementar el volumen de agua de recarga en la Huasteca.
Samuel García, gobernador de Nuevo León, afirmó que los eventos climatológicos suelen ser más fuertes y la presa fungirá como protección, usando como ejemplo las recientes inundaciones en Texas.
“Este lamentable incidente me hace reforzar esfuerzos; he pedido al secretario General que construyamos de manera urgente la Rompepicos II y salvaguardar en la cuenca del arroyo de El Obispo (…) Los eventos climatológicos son cada vez más extremos y más fuertes, por eso hay que prevenir y hacer todo lo que esté en nuestras manos para evitarlos», mencionó el gobernador.
Estados Unidos contaba con una infraestructura de retención de agua (presas, diques y cortinas de agua) que no fue suficiente para aminorar el impacto de las inundaciones.
Desde 2024, el gobierno presentó un proyecto para la construcción de una segunda presa (Divisadero), pero este fue rechazado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) por ubicarse en el Parque Nacional Cumbres Monterrey, un área natural protegida, así como por presentar deficiencias en la metodología y consideración de impactos ambientales.
Así se verá la NUEVA presa Rompepicos II. A las 12:30 les muestro el lugar, estén pendientes. 👊🏻⛰️ pic.twitter.com/nhfigqZlgw
— Samuel García (@samuel_garcias) February 18, 2024
El nuevo proyecto consiste en una cortina y un dique en una zona cerca del área El Caracol, lugar que actualmente no tiene asentamientos urbanos.
Las supuestas soluciones a las inundaciones
En el estudio de impacto ambiental de Agua y Drenaje de Monterrey se plantea que el proyecto de la Presa Rompepicos II tendrá un costo de 761 millones de pesos con una vida útil de 50 años y promete estar listo en 12 meses.
Una de las actividades que el gobierno planea realizar para su construcción es la supuesta limpieza de la zona.
“Se realizarán las tareas de trazo, limpieza, deshierbe y despalme donde se necesario y limpieza de basura, residuos de materiales y del despalme del terreno para facilitar tanto la construcción de la obra de desvío como de la adecuación camino de acceso”, se menciona en el MIA.
Los renders muestran una cortina de concreto compactado y un dique dentro de los límites geográficos del Parque Nacional Cumbres de Monterrey y en la Región Terrestre Prioritaria (RTP) 81 “El Potosí-Cumbres de Monterrey”.
Ver esta publicación en Instagram
De acuerdo con Zuleyma Rincón, microbióloga e integrante de Un Río en el Río, estas construcciones, además de afectar al medio ambiente, trastocan la calidad del agua y disminuyen su absorción a los mantos freáticos debido a los materiales industriales.
“El Parque Nacional Cumbres de Monterrey proporciona el 60% del agua que abastece a la zona metropolitana de Monterrey. El que existan este tipo de obras de infraestructura gris, lo que ocasiona es que modifica los ciclos hidrológicos, el ciclo de agua y el abastecimiento de agua, pues puede verse afectado por esto”, declaró la integrante del colectivo.
Para esta obra, es indispensable obtener la autorización en materia de impacto ambiental y el permiso de construcción de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA). Asimismo, es crucial analizar la ubicación del proyecto ya que podría afectar áreas protegidas.
Aunque el Manifiesto de Impacto Ambiental (MIA) contempla el rescate y reubicación de la fauna, la construcción, de ser aprobada, impactaría cerca de 137 especies presentes en la zona, según registros documentados en Naturalist MX.
Algunos ejemplares se encuentran listados en la NOM-059-SEMARNAT-2010 como especies endémicas, protegidas o en categoría de riesgo, tal como la cotorra serrana oriental. Se trata de zonas serranas que también son espacios de descanso para especies migratorias como la mariposa monarca.
Ver esta publicación en Instagram
Andrea Villarreal, activista del colectivo Un Río en el Río, asegura que existen otras alternativas para el manejo y prevención ante desastres naturales, como la reforestación de las 17 mil hectáreas quemadas en la sierra de la cuenca alta del Río Santa Catarina. Así como la aplicación de infraestructura natural que ralentiza la velocidad del agua, como barreras de piedra o la instalación de parques inundables, jardines de lluvia o el retiro de asentamientos humanos.
Ver esta publicación en Instagram
La “presa” podría aumentar asentamientos humanos
El gobernador asegura que las presas y la infraestructura gris son la solución para los eventos derivados del cambio climático, pero gran parte de las pérdidas humanas o daños patrimoniales están relacionados a asentamientos en zonas de riesgo.
The New York Times reportó que las pérdidas humanas en las inundaciones de Texas fueron consecuencia de los asentamientos en zonas inundables y de la falta de sistemas de alerta fluvial.
De acuerdo con colectivos y académicos, el número de asentamientos humanos en La Huasteca se incrementó en un 126% de 2004 a 2023, esto debido a las construcciones como presas y carriles asfálticos.
Cuando han ocurrido lluvias e inundaciones, la fuerza del cauce del Río Santa Catarina ha derrumbado las edificaciones cercanas a La Huasteca, perforando y afectando las tuberías y ductos de AyD.
Hasta el momento, el colectivo Un Río En el Río entregó una solicitud formal de consulta pública ante la SEMARNAT para cuestionar las observaciones técnicas sobre el Manifiesto de Impacto Ambiental.
Reportaje realizado para Reporte Índigo / Imagen de portada: Reporte Índigo