ÁGORA
Por Ana Paulina González Arroyo*
La pandemia de la COVID-19 generó afectaciones económicas y sociales que han incrementado las brechas de desigualdad. Si se considera específicamente el caso de Nuevo León, se observa que el estado no es ajeno a esta situación.
Por considerar solo algunas cifras, de acuerdo con los últimos datos publicados por el Coneval, el porcentaje de la población en situación de pobreza pasó de 19.4 % en 2018 a 24.3 % en 2020, mientras que la población en situación de pobreza extrema pasó de 0.7 % a 2.1 %, es decir, para 2020 poco más de 1.5 millones de personas en el estado se encontraban en pobreza o pobreza extrema.
Estas afectaciones también se reflejan en la manera en que las personas pueden ejercer efectivamente sus derechos sociales.
Aunque habrá afectaciones generales en el conjunto de derechos humanos, para Nuevo León, los primeros efectos se pueden visualizar en los derechos de educación y seguridad alimentaria y, de manera específica, en las cifras de las carencias sociales relacionadas con estos derechos de Coneval: se observa que el porcentaje de personas que se encuentra en rezago educativo aumentó de 13.4 % en 2018 a 14.4 % en 2020. Mientras que el porcentaje de personas con carencia por acceso a una alimentación nutritiva y de calidad pasó de 12.5 % a 14.7 % para el mismo periodo.
Ante este panorama, es necesario implementar intervenciones públicas que aseguren la recuperación pos-COVID de la economía en su conjunto en el corto, mediano y largo plazos y que, además, contribuyan a garantizar el acceso efectivo a los derechos sociales.
En términos generales, se requiere hacer un balance general de las afectaciones que ha dejado la pandemia y plantear acciones que aseguren la recuperación económica y social, reconociendo a los grupos sociales más vulnerables y más afectados.
Aunque no hay una receta única de política pública para la recuperación pos-COVID, sí hay una fehaciente necesidad de que los Gobiernos actúen a partir del uso de la evidencia.
Por ejemplo, en el caso del aumento de la carencia por acceso a una alimentación nutritiva y de calidad en Nuevo León, es necesario que se miren los distintos estudios que apuntan a que las transferencias monetarias en forma de canastas alimentarias, acompañadas de pláticas de nutrición, tienen efectos positivos en la seguridad alimentaria o, en el caso de la educación, las becas, horarios extendidos y la alfabetización de los padres de familia contribuyen a mejorar el desarrollo educativo.
En todas las alternativas que defina el estado de Nuevo León se debe hacer un análisis, primero, de la situación que ha dejado la pandemia en la entidad y, luego, la identificación de las alternativas que pueden generar una pronta recuperación, a partir de las necesidades y contexto específico estatal.
Esto implica utilizar la evidencia para generar una alternativa mejor diseñada y, al mismo tiempo, elaborar instrumentos para monitorear y evaluar los avances y resultados.
ÁGORA es un espacio de reflexión del Consejo Nuevo León
*Licenciada en Política y Administración Pública por El Colegio de México y maestra en Administración y Políticas Públicas por el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE). Ha colaborado en temas de monitoreo y evaluación en distintos de programas educativos federales y de procuración justicia. Actualmente es directora de Análisis y Vinculación con Entidades Federativas y Municipios en el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).