EN CORTO
- Un oficio obtenido vía transparencia muestra que la autoridad municipal aprobó el funcionamiento del lugar donde se encontraron cuerpos apilados sin cremar.
- En el documento, la dependencia municipal de Protección Civil advertía que realizaría visitas periódicas.
Por Liliana Cavazos
El descubrimiento de 383 cadáveres apilados en el Crematorio Plenitud, de Ciudad Juárez, Chihuahua; puso al descubierto fallas sistémicas por parte de servidores públicos y dependencias responsables de la supervisión y otorgamiento de permisos de funcionamiento.
De acuerdo con el Oficio 3241/2022, obtenido por Verificado en la Plataforma Nacional de Transparencia, el 6 de abril de 2022 la Dirección General de Protección Civil municipal autorizó al crematorio operar por un año, al determinar que el establecimiento cumplía con los requerimientos de la legislación vigente en el estado de Chihuahua.
Sin detallar la fecha, en el documento se refiere que la dependencia local realizó una inspección en el crematorio, de la cual se concluyó “que cumple con lo establecido” en la Ley de Protección Civil del Estado de Chihuahua y en la Ley de Ingresos para el Ejercicio Fiscal del Municipio de Juárez de 2022.
El oficio fue firmado por Roberto Briones Mota, entonces director general de Protección Civil, quien falleció en marzo de 2024.
Y aunque en el mismo documento la autoridad municipal advirtió al propietario y/o representante legal del crematorio que “se realizarán periódicamente visitas”, pasaron 3 años, 2 meses y 20 días, es decir, hasta el jueves 26 de junio de 2025, para que en el sitio ocurriera una visita oficial.
Pero esta vez no se trataba de una diligencia administrativa realizada por inspectores, sino de la atención a un reporte ciudadano de olores fétidos, y fueron los policías municipales, quienes encontraron primero dos cadáveres dentro de una carroza fúnebre en desuso, y luego pilas de cientos de cuerpos humanos en descomposición dentro de un cuarto.
Hasta ahora, el caso avanza con la aprehensión de dos hombres que la Fiscalía General de Justicia de Chihuahua (FGJCH) identificó como propietario y empleado del lugar, y que enfrentan cargos por delitos de «inhumación, exhumación y respeto a los cadáveres o restos humanos en perjuicio de la sociedad», de acuerdo a un comunicado emitido el 1 de julio por la misma dependencia.
Sin embargo, el fiscal César Jauregui dice que la investigación también avanza hacia el interior de las dependencias, señalando que se investigarán “acciones u omisiones” de las autoridades en la fiscalización del crematorio que presentaba servicios a seis o siete funerarias de la localidad.
“Se van a investigar acciones u omisiones de autoridades responsables en la fiscalización de este tipo de establecimientos y vamos a entregar una investigación seria, que busque también como objetivo tratar de revictimizar lo menos posible a las familias”, dijo Jauregui durante una rueda de prensa el lunes 1 de julio.
¿Qué fue lo que pasó en el Crematorio Plenitud?
«El 26 de junio se recibió un reporte por parte de la policía municipal de Ciudad Juárez sobre un lugar en donde había olores fétidos”, contó el fiscal César Jauregui en entrevista con Azucena Uresti para Radio Fórmula, respecto al hallazgo en el Crematorio Plenitud.
“En ese momento la policía municipal se da cuenta de que está ante un hecho grave”, explica el funcionario respecto al hallazgo de los restos humanos y motivo por el cual la FJGCH se dio cita en el lugar.
“Acude personal de (Servicios) Periciales y de la Agencia Estatal de Investigación y comenzamos a encontrar que en cuartos adyacentes al crematorio, en una especie de oficina o de casa habitación, se encontraban apilados, así como si fueran cosas, cientos de cuerpos. En ese momento no sabíamos qué estaba ocurriendo”, explicó.
En las horas siguientes comenzó el conteo de cuerpos, que cerró en 383: 218 hombres y 149 mujeres, además de 16 cuerpos cuyo sexo no pudo ser determinado, y entre todos ellos al menos cuatro menores de edad.
El funcionario explicó en entrevista que los cadáveres cuentan con un tratamiento previo de embalsamamiento, ya sea por parte de un servicio funerario de velación o forense hospitalario.
Las personas deudas quienes contrataban a alguna de las siete funerarias a las que el Crematorio Plenitud brindaba servicio, habrían sido engañadas, pues no fueron las cenizas de sus difuntos lo que se les entregó en las urnas.
“Durante años, 2 ó 3 años mínimamente, simplemente y sencillamente (el crematorio Plenitud) cobraba por los servicios, daba cenizas, yo no sé de donde. Entregaban cenizas falsas”, relata el fiscal.
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