Por Debanhi Soto
Después de que el gobierno de Italia prohibiera la gestación subrogada en el extranjero para sus habitantes, en redes sociales han surgido campañas desinformativas y de discurso de odio dirigido a la población LGBTTIQA+ en el país europeo.
“Italia ha prohibido que las parejas del mismo sexo se conviertan en padres. ¿Apoyas está DURÍSIMO GOLPE de Giorgia Meloni al lobby LGBT?” dice una de las publicaciones que llega a los 938.7 mil reproducciones y se ha compartido más de 6 mil veces.
En los comentarios se han replicado discursos lgbtodiantes en el que acusan a las familias homoparentales de no ser familias funcionales ya que «no hay padre y madre» y que al convivir con padres del mismo género, un infante puede crecer con traumas. Estas narrativas son falsas.
¿Qué se aprobó el 16 de octubre en Italia?
El miércoles 16 de octubre en el Parlamento italiano se aprobó un proyecto de ley que penaliza a las parejas (heterosexuales u homosexuales) que buscan acceder a la subrogación en el extranjero.
Es importante decir que en Italia, la maternidad subrogada es una práctica explícitamente prohibida por la Ley 40 promulgada el 19 de febrero de 2004. No obstante, las y los italianos aún podían acceder a la maternidad subrogada en países donde es legal, como Estados Unidos o Canadá.
Con el proyecto de ley que se aprobó el 16 de octubre de 2024, ya no será posible que las parejas italianas puedan acceder a la maternidad subrogada en el extranjero, y en caso de hacerlo se pueden enfrentar a penas de entre tres meses y dos años de cárcel además de una multa mínima de 600 mil euros.
¿Cuál es el contexto de los derechos para las familias LGBTTIQA+ en Italia?
En Italia, el matrimonio igualitario no está permitido como tal. El 11 de mayo de 2016 se aprobó una ley que permite las uniones civiles entre personas del mismo género y aunque matrimonio y unión civil son términos similares, tienen diferencias en el alcance legal y de derechos que les confiere.
Por ejemplo, mientras que las parejas heterosexuales en un matrimonio pueden adoptar a un infante, las personas que están juntas por unión civil no pueden adoptar ni siquiera al hija o hijo biológico de su pareja (la llamada adopción de hijastro o hijastra) u otro tipo de infantes.
Es decir, que por ejemplo si una mujer italiana tiene un hijo o hija natural y decide unir su vida con otra mujer italiana (mediante una unión civil), la figura que sería la “madrastra” no puede adoptar legalmente al vástago de su cónyuge.
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En cuanto a la reproducción asistida, la realización de técnicas de reproducción como la inseminación artificial está permitida solo a parejas heterosexuales adultas, casadas, en edad fértil donde uno de los miembros padezca de infertilidad o esterilidad certificada por un médico. Mientras que, las parejas del mismo género o mujeres que deseen ser madres solteras no tienen acceso a las técnicas de reproducción asistida.
Hasta 2023, las parejas italianas podrían ir a otros países para conseguir a inseminaciones artificiales o maternidad subrogada y a su regreso a Italia, ambos progenitores podían registrar a su hijo o hija como suyo en ciertos juzgados de corte progresista.
Pero, en junio 2023 el gobierno de Italia exigió que se dejara de registrar a infantes como hijos/as de ambos miembros de la pareja y que limitara solo a ser descendiente legal del padre o madre con el que comparte material genético.
Esta medida causa que aunque una pareja cuente con una unión civil, siempre se necesita la autorización escrita de la madre o padre biológico para que quien ejerce la tutela pueda hacer tramitología legal, viajar o incluso llevar al infante a un hospital.
Incluso, según lo reportan medios de comunicación, hay preocupación en las parejas homosexuales ya que si en su unión uno de los miembros tiene hijos/as biológicos/as y muere, no necesariamente se pasaría la tutela del infante a la pareja aunque haya una unión civil de por medio.
¿Infantes de familias homoparentales crecen con trauma?
Un estudio publicado en la revista médica BMJ Global Health en el que se analizaron 34 estudios de países donde las uniones del mismo género son permitidas explica que los infantes con progenitores gays, lesbianas, transgénero o del espectro de la diversidad sexual tienen un desarrollo educativo y de salud igual al de las infancias criadas en hogares heteroparentales.
De hecho, en algunas métricas como el ajuste psicológico y las relaciones entre progenitores e hijos o hijas, los infantes de las familias con madres o padres de diversidad sexual superaron a los provinientes de familias heteroparentales.
«Los grupos de padres pertenecientes a minorías sexuales mostraron niveles más altos de calidad en la relación padre-hijo, como mayores niveles de calidez, mayor cantidad de interacción y un comportamiento más solidario, en comparación con los grupos de padres heterosexuales», concluyó el estudio.
Asimismo, el análisis indica que los riesgos de crecer en un hogar homoparental están principalmente relacionados con cuestiones externas al hogar, por ejemplo, la discriminación de la familia por no ser “tradicional”, el estigma social y la falta de políticas públicas que apoyen a las familias diversas.
Otro estudio publicado en PubMed Central en 2022 en el que se analizó los comportamientos de los hijos de parejas homosexuales en Países Bajos concluye que “no existen desventajas significativas para los niños con padres del mismo sexo en comparación con los que tienen padres de diferente sexo”.
