Por Pablo Pérez
Ya pasaron elecciones pero en la discusión pública subsiste el tema del sistema judicial y la posible reforma que nadie parece tener muy clara.
Me llama la atención que en los comentarios de mi columna pasada, cuando hablé de la dificultad de acceder a la justicia por la barrera que ponen las fiscalías locales. Mucha gente dijo: “Qué bueno que por eso los jueces ya se van”, claramente sin entender ni como funciona la justicia en nuestro país ni en qué consiste la propuesta de reforma.
Sumado a eso la encuesta que presentaron Delgado y Sheinbaum, que deja claro cómo el pueblo considera que los jueces son corruptos y está de acuerdo en elegirlos por votación popular. Lo interesante es, como señala Carla Escoffié, que más de la mitad de los encuestados por MORENA ¡Ni siquiera sabían que había una propuesta de reforma!
Llama la atención porque mientras en los medios y redes discutimos si hay que elegir o no a los jueces o si va la reforma de AMLO o la de Sheinbaum, la gente solo tiene claro que la justicia en México tiene problemas de corrupción.
En mi video pasado comentaron como si la reforma al Poder Judicial solucionara los problemas de la Fiscalía, aunque ni siquiera los toque. Son comentarios que claramente tienen fundamento y son bien intencionados porque comprenden perfectamente el problema aunque sin entender el sistema ni la solución.
Creo que MORENA eligió el tema correcto como estrategia de campaña, el pueblo ya piensa que los jueces son corruptos y esta idea no viene de este sexenio ni del pasado sino de mucho antes. Por eso es que su encuesta y su resultado parecen claramente apoyar a la propuesta de reforma aunque los mismos encuestados confirman que la desconocen.
Personalmente no veo mal que los jueces se elijan por elección pero tampoco lo veo como una solución. Por elección también han obtenido puestos públicos personajes muy corruptos, varios de ellos de mano del partido MORENA después de abandonar las filas del PRI o el PAN, creo que la solución es mucho más compleja e involucra muchos más factores aunque claramente la intención pueda ser buena.
Lo que me parece absurdo es que nos estemos peleando por el poder judicial cuando vivimos problemáticas mucho más urgentes que ni la presidenta electa ni la oposición están nombrando.
Desde el poder no se nombran los problemas reales como esperando que al no hacerlo la gente ni piense que es a ellos, los funcionarios electos, a quienes les toca proponer y operar una solución.
Aquí me pongo a imaginar qué pasaría si de encuestar con la pregunta sencillísima que hicieron le preguntaran a ciudadanos de todo el país: “¿Qué es más importante para su vida: reformar el Poder Judicial o solucionar la crisis de agua?”.
Ante el Poder Judicial se presentan con firmeza, dispuestos a las medidas más extremas “porque son necesarias” contrastando totalmente con la tibieza de sus propuestas ante la crisis del agua. Este es solo un ejemplo de los muchos problemas verdaderos que vivimos, y no hablo del partido en el poder actualmente sino de todos los partidos
Me queda claro que es así porque su objetivo (como el de todas las fuerzas políticas) no es solucionar los problemas del pueblo, sino los problemas del partido.
