Ilustración Colapso Movilidad: Víctor Zamora
Editorial
Por Blanca Medina Viezca
Cada mañana, antes de salir de casa, pensamos en los diversos escenarios que nos tocará vivir hasta llegar a nuestro próximo destino: trabajo, escuela, gimnasio…
Incluso, desde una noche previa nuestros pensamientos parten de la idea sobre decidir cuál será la mejor hora para activar el despertador e iniciar con tiempo un nuevo día.
Quienes utilizan su automóvil seguramente se preocupan por el exceso de tráfico de cada mañana; pero quienes viajamos en transporte público también tenemos que considerar el tiempo que tardará el camión en pasar, si vendrá disponible o incluso si el chofer tendrá ganas de detenerse para poder subir al camión.
Según la encuesta Percepción Ciudadana Así Vamos 2021, elaborada por el Consejo Cívico a través de Cómo Vamos Nuevo León, para el 84.3% de los nuevoleoneses el principal motivo para salir de casa es trabajar, seguido de salir de compras. El principal medio de transporte es el automóvil, con el 44.2% de las personas.
En la encuesta el 55% de los nuevoleoneses declararon no salir de casa cuando el trabajo o la necesidad de hacerlo no los obliga. Esto me hace preguntarme si salimos de casa por deseo o por necesidad.
Las oportunidades están lejos de casa
El municipio de Escobedo (a unos 14 kilómetros del centro de Monterrey) ha sido mi lugar de residencia desde que nací. Sin embargo, desde hace más de una década mi vida ha estado ligada a espacios ubicados en el sur de Monterrey.
Cerca de 44 kilómetros (cuatro horas de camino como mínimo) es la distancia que recorro diariamente. Los camiones han sido mis fieles cómplices y testigos.
Justo ahora, que escribo estas líneas, me pregunto si seré yo la culpable por haber elegido desarrollarme profesionalmente en un lugar tan lejos de casa. Pero de ser así, entonces, ¿qué oportunidades de crecimiento tenemos quienes vivimos en la periferia de esta gran ciudad, donde hay pocos espacios para estudiar, trabajar, para tener oportunidades que nos permitan aspirar a una mejor calidad de vida?
¿Será el automóvil la mejor opción para que la vida me alcance a realizar los traslados y cumplir con mis actividades en las 24 horas que tiene el día? En una ciudad como la nuestra, tal vez sí.
De acuerdo con la encuesta Así Vamos 2021, del año 2019 al año 2021 el uso del automóvil creció un 8.2%. En solo dos años pasó del 36% al 44% de personas que lo usan como principal alternativa de movilidad.
En tanto, el uso del camión, en ese mismo periodo, pasó del 25% al 18.4%. Esto quiere decir que del año 2019 al año 2021 el 6.6% de las personas dejaron de usar este tipo de transporte colectivo.
El tiempo, nuestro peor enemigo
El principal motivo por el cual las personas que viajan en automóvil deciden no usar el transporte público es porque tardan más tiempo en llegar a su destino, así lo declaró el 53.6% de los encuestados.
Esto lo confirma la misma encuesta, pues mientras que un viaje redondo en automóvil les toma a las personas un promedio 47 minutos, para viajar en camión se necesita 1 hora con 45 minutos. Quienes viven en Cadereyta tardan hasta 2 horas con 18 minutos; a los habitantes de García les toma 2 horas con 13 minutos. El tiempo de espera en transporte público es de 23 minutos.
Estos números dejan claro que para quienes vivimos en la periferia hablar de una movilidad amigable con el medio ambiente pasa a un segundo plano cuando la principal preocupación radica en cómo llegar a nuestros destinos de forma más eficiente.
¿A qué nos hemos acostumbrado?
Cada vez que subo al camión o el metro, lo primero que pienso es en la posibilidad de encontrar un lugar vacío. Aunque también me preocupan, me he acostumbrado a otros problemas como el hecho de que los choferes manejan a alta velocidad, o que el aire acondicionado no funciona.
Yo, que tengo la posibilidad de moverme sin ningún impedimento aparente, y que aun así a veces me resulta difícil hacerlo, me pregunto ¿qué implicaciones tendrá para las personas de la tercera edad moverse en camiones o metro?, ¿cómo lo hacen las mamás que se trasladan con sus hijos?, ¿qué pasa con las personas que tienen alguna discapacidad?
Cada día qué pasa me queda más claro que el déficit en la movilidad colectiva en la ciudad de Monterrey es grande. ¿A qué nos hemos acostumbrado?
Al evaluar las unidades de transporte público en la encuesta Así Vamos 2021, más del 40% de las personas que lo usan señalan que las unidades echan mucho humo, contaminan, cuentan con asientos dañados y son muy ruidosos.
Por lo menos 1 de cada 5 usuarios declara que las unidades también tienen goteras en época de lluvia, vidrios rotos, iluminación inadecuada en el interior y que además, los aparatos validadores de las tarjetas para pagar el pasaje están dañados.
Uno de cada 2 usuarios del transporte público señala que los choferes manejan de forma imprudente e insegura, pues viajan a exceso de velocidad, no respetan los semáforos y/o señales de tránsito y además usan el celular cuando están manejando. Además, aseguran que las unidades presentan fallas físicas o mecánicas.
La encuesta Así Vamos 2021 señala que el 17.9% de las personas que se mueven en transporte público considera que los choferes son irrespetuosos. En tanto, el 48.4% dice que el tiempo de espera no siempre es el mismo. Además, el 39.1% asegura no ir sentado durante su traslado en el transporte público.
A esto se suman otros problemas como el acoso, el vandalismo y los asaltos en el transporte colectivo.
Las personas que participaron en la reciente encuesta Así Vamos Nuevo León evaluaron el transporte público con una calificación de 6.8 en el año 2021. En 2017 la evaluación fue de 7.3. La percepción en la calidad del transporte colectivo va en caída.
Hoy ha quedado atrás la idea de que el automóvil es un lujo. Más bien, ante la falta de opciones de un transporte colectivo eficiente, el coche parece una necesidad que muchas personas han decidido tomar.
Y no es que las personas no seamos conscientes de que el automóvil contribuye al tráfico vehicular y la contaminación ambiental, pero qué ha hecho el Estado para ofrecer una movilidad que responda a la necesidad, e incluso el derecho, de trasladarnos libremente por la ciudad.
Es un hecho, quienes usamos transporte colectivo en Monterrey es porque no tenemos acceso a una mejor opción.
Periodista, docente, doctoranda en Ciencias Sociales. Su trabajo de investigación está relacionado con la salud y el desarrollo humano.
- Referencias bibliográficas: Cómo Vamos, Nuevo León. (2022). Así Vamos 2021. En http://www.comovamosnl.org/ Recuperado el 7 de septiembre de 2023, de https://comovamosnl.org/wp-content/uploads/2023/02/Asi-Vamos-2021-.pdf