Por Cesia Escobar
Nuevo León repite crisis para este 2025, en temas como movilidad, medio ambiente y seguridad, entre otras. Además la crisis política y los conflictos entre autoridades de diferentes poderes y partidos continúan agravando aún más las dificultades que enfrentan quienes habitan y transitan por el estado.
Lamentablemente, en lugar de enfocarse en atender los problemas que afectan a la población, las autoridades parecen priorizar estrategias como culpar a partidos contrarios, publicar masivamente videos en redes sociales señalando que hacen mal otras autoridades o movilizar recursos para “ataques” políticos.
Todo esto ignora lo realmente urgente: dejar a un lado intereses partidistas para sentarse a planear, evaluar y tomar decisiones que verdaderamente beneficien a quienes viven las consecuencias de una ciudad colapsada.
Para quienes viven la realidad de Nuevo León día a día, es desolador pensar que el futuro está en manos de personas que parecen indiferentes. Respiramos aire tóxico la mayor parte del año, perdemos horas en un transporte público ineficiente o atrapados en el tráfico, y enfrentamos dificultades para acceder a una vivienda asequible.
¿Qué se hace cuando quienes deberían actuar no lo hacen? ¿Cómo mantener la esperanza de que las cosas pueden mejorar?
En las últimas semanas he tenido la oportunidad de participar en espacios donde estas y más preguntas se dicen en voz alta y donde hay oportunidad de escuchar que piensan y sienten lxs demás.
Contrario a lo que nos han hecho creer, en Nuevo León hay muchas personas que no solo trabajan, sino que también se preocupan por lo que sucede en nuestro Estado y por lo que viven lxs demás, aunque no lxs conozcan, pero que todavía no se encuentran entre sí, porque vemos lejano la posibilidad de reunirnos para hablar de lo que nos duele sin ser señaladxs despectivamente.
Me di cuenta que a veces, una conversación o un mensaje bastan para darnos cuenta de que no estamos solxs y que es posible, poco a poco, crear espacios o momentos de reflexión o catarsis.
El 2025 llega con las mismas crisis de años anteriores y otras que seguramente se sumarán. Pero también llega con la oportunidad de transitarlo de formas diversas. No se trata de eximir a las autoridades de su responsabilidad, sino de no quedarnos únicamente esperando a que actúen como ellxs piensen que es mejor o cuando ellxs consideren que es necesario.
Podemos elegir visibilizar nuestras realidades, compartir nuestras experiencias y expresar lo que nos duele. Lo que vivimos no debe cargarse en soledad.
La idea de que «aquí solo se trabaja» nos ha hecho callar, aislarnos y alejarnos de la colectividad. Nos hemos olvidado de lo valioso que es compartir con la persona que está a nuestro lado, esperando el camión, en el trabajo o incluso en nuestras propias familias.
Aunque nuestras experiencias son diversas, muchas de las problemáticas que enfrentamos tienen raíces comunes en problemas históricos y estructurales que solo pueden abordarse desde lo colectivo, reivindicando el poder que tienen nuestras palabras, ideas y sentimientos para cambiar lo que está en nuestro entorno.
Desde la colectividad creamos la posibilidad de organizarnos, analizar y accionar de forma estratégica, recuperando y creando espacios de toma de decisiones fuera de intereses partidistas.
Desde la colectividad podemos encontrar energía para continuar, encontramos procesos de cuidado y espacios diversos que se acomodan a nuestros recursos. Como todo, con áreas de oportunidad, pero siempre con la posibilidad de incluir nuevas visiones.
Este año podemos elegir encontrar espacios físicos o virtuales donde sobrellevar las crisis. Desde lo colectivo podemos crear otras formas de hacer política, que no sea replicando malas prácticas donde los egos, intereses personales o guerras políticas sean la base.
En Nuevo León hay personas que trabajan…….por la defensa de derechos, la protección del medio ambiente, en contra de la violencia, por mejores condiciones laborales, por el cuidado de los espacios públicos, contra el tarifazo, etc. Reivindicar la política desde lo colectivo nos permite generar narrativas más reales y plurales, construyendo nuevas formas de hacer política que prioricen el bienestar común sobre los intereses individuales o partidistas.
Este 2025 es para conectarnos, organizarnos y transformar nuestra realidad. La colectividad no solo fortalece, sino que abre caminos hacia soluciones que reflejen las necesidades de todas las personas.