Por Melina Barbosa
Usuarios en redes sociales y medios de comunicación han compartido diversas publicaciones con el hashtag #PfizerGate donde afirman que la vacuna contra el COVID-19 de Pfizer fue lanzada al mercado sin haber sido comprobada su efectividad y que la compañía mintió sobre esto al principio de la pandemia.
Sin embargo, para obtener la aprobación del uso de emergencia, las empresas estuvieron obligadas a demostrar que las vacunas son seguras y en efecto previenen la enfermedad grave, la hospitalización y la muerte.
Además, los resultados de los ensayos clínicos de la vacuna Pfizer publicados en diciembre de 2020, no mencionaban ningún estudio sobre la transmisión, sino que confirmaban la protección que da la vacuna ante la infección de Covid y el desarrollo de síntomas graves con un 95% de eficacia.
¿Qué detonó el PfizerGate?
Las afirmaciones engañosas sobre si Pfizer conocía la efectividad de su vacuna contra la transmisión del COVID-19, se difundieron ampliamente en las redes sociales después de que Janine Small, presidenta regional de vacunas de Pfizer en los mercados internacionales, testificara el pasado 10 de octubre ante el Comité Especial sobre la pandemia de COVID-19 del Parlamento Europeo.
En este marco, el holandés Rob Roos, miembro del Grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos, preguntó a Small si la vacuna contra el COVID-19 de la farmacéutica fue testada para evitar la transmisión del virus antes de entrar al mercado.
A lo que la ejecutiva de la farmacéutica respondió: «No. Tuvimos que movernos realmente a la velocidad de la ciencia para comprender realmente lo que está ocurriendo en el mercado», reacción que ha circulado ampliamente por redes sociales en los últimos días, tildando el discurso de Small de «escándalo».
🚨 BREAKING:
In COVID hearing, #Pfizer director admits: #vaccine was never tested on preventing transmission.
"Get vaccinated for others" was always a lie.
The only purpose of the #COVID passport: forcing people to get vaccinated.
The world needs to know. Share this video! ⤵️ pic.twitter.com/su1WqgB4dO
— Rob Roos MEP 🇳🇱 (@Rob_Roos) October 11, 2022
No obstante, al pedírsele un comentario, Roos dijo al medio de comunicación Associated Press (AP) que no se refería únicamente a Pfizer, sino a todas las disposiciones gubernamentales sobre las vacunas contra COVID-19.
«Me tomo en serio los derechos fundamentales y para que los gobiernos los infrinjan, necesitan una masiva cantidad de evidencias para demostrar la necesidad de las mandatos» (tal como el pasaporte COVID).
De igual manera, «en este caso, ni siquiera formaba parte de los ensayos de Pfizer», escribió Roos en un correo electrónico donde argumentó que tales mandatos estaban basados en «ninguna evidencia».
Pfizer no testó su vacuna para frenar la transmisión, pero esto no es nuevo
La respuesta de la ejecutiva de Pfizer no es información que haya sido revelada actualmente, puesto que acorde al departamento de prensa de la compañía «Esta información estaba públicamente disponible en el protocolo publicado, y no es nueva. La transmisión no era un criterio de evaluación».
Asimismo, ante la tendencia de #PfizerGate en redes sociales, expertos detallaron al medio Agence France Presse (AFP), que durante momentos en los que miles de personas morían en todo el mundo por este nuevo virus, la farmacéutica priorizó analizar la eficacia protectora de su vacuna contra los síntomas graves de COVID-19, no su efecto sobre la transmisión.
Es decir, si bien es cierto que Roos y muchas personas enmarcaron la declaración de Small como una nueva revelación, Pfizer nunca afirmó que su ensayo clínico (en el que se autorizó el uso) evaluara o comprobara el efecto de la vacuna específicamente en cuanto a la transmisión.
Además, diversas agencias reguladoras a nivel internacional también compartieron esta información en su momento.
Por ejemplo, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA), la Agencia de Seguridad en Salud del Reino Unido (UKHSA) y la Agencia Europea del Medicamento (EMA) señalaron posteriormente a la publicación de los resultados del ensayo clínico, que no se conocía el impacto de la vacunación en la transmisión viral.
¿Entonces el pasaporte COVID y las restricciones de viaje no eran necesarias?
El europarlamentario Rob Roos junto con usuarios de redes sociales y algunos medios de comunicación denunciaron que si la farmacéutica no testó la capacidad de las vacunas contra COVID-19 para frenar la transmisión del virus, entonces el pasaporte COVID «carece de sentido» en términos de detener la enfermedad.
Respecto al tema, la OMS desde febrero de 2021 recomendó que «las autoridades nacionales y los operadores de transporte no deberían exigir la vacunación contra el COVID-19 como condición para viajar al extranjero, dado que todavía hay incógnitas críticas sobre la eficacia de la vacunación para reducir la transmisión».
No obstante, la medida del pasaporte COVID no entró en funcionamiento en países europeos hasta el 1 de julio del 2021, meses después del lanzamiento de las vacunas y cuando la evidencia científica ya apuntaba a que la fórmula podía tener esa capacidad con las variantes del virus estudiadas hasta entonces (alfa y beta, principalmente).
Por lo que previo a las medidas viajeras, en abril de 2021 la agencia nacional de salud pública de Estados Unidos determinó que la vacuna sí redujo el «riesgo de infección transmisible» en un momento que la variante alfa era la dominante.
De igual manera, varias publicaciones posteriores coincidían en que la vacuna reduce la transmisión del virus, no obstante, especialistas actualmente indican que esta protección se ha visto disminuida debido a la aparición de nuevas variantes.
En conclusión
Tanto la OMS como otras entidades sanitarias han enfatizado en diversas ocasiones que las medidas siempre han partido de buscar disminuir los casos de enfermedad grave, la hospitalización y la muerte de las personas.
En el caso de las vacunas contra COVID-19, cuya eficacia y seguridad han sido corroboradas por autoridades sanitarias y múltiples estudios, estas fueron desarrolladas para evitar la infección sintomática y no la transmisión del virus, aunque una vez iniciada la campaña de vacunación también se comprobó que eran efectivas para ello.
Aún así, los resultados de los ensayos clínicos de la vacuna Pfizer publicados en diciembre de 2020, no mencionaban ningún estudio de la transmisión, sino que se confirmó la protección que confería la vacuna ante la infección de COVID y el desarrollo de síntomas con un 95% de eficacia.
LINKS / FUENTES:
- https://cdn.pfizer.com/pfizercom/2020-11/C4591001_Clinical_Protocol_Nov2020.pdf#page=33
- https://www.europapress.es/verificaciones/noticia-no-pfizer-no-testo-vacuna-frenar-transmision-esto-no-nuevo-20221014164947.html
- https://www.fda.gov/news-events/press-announcements/fda-takes-key-action-fight-against-covid-19-issuing-emergency-use-authorization-first-covid-19
- https://www.who.int/news-room/articles-detail/interim-position-paper-considerations-regarding-proof-of-covid-19-vaccination-for-international-travellers
- https://www.who.int/publications/i/item/WHO-2019-nCoV-Policy-brief-Mandatory-vaccination-2022.1
- https://www.who.int/news-room/articles-detail/interim-position-paper-considerations-regarding-proof-of-covid-19-vaccination-for-international-travellers
- https://verifica.efe.com/pfizer-vacunas-covid-eficacia/
- https://www.newtral.es/pfizer-parlamento-europeo/20221014/?utm_medium=Social&utm_campaign=Echobox-Twitter&utm_source=Twitter#Echobox=1666005489
- https://factual.afp.com/doc.afp.com.32LN7LN