Por Diana Soto
En México sí se pretende reducir el uso de efectivo e incrementar la digitalización de los pagos, pero es falso que haya un plan para desaparecer esta modalidad o limitarla a los usuarios para 2030, como asegura un video que circula en internet.
“El efectivo no solo es papel, es independencia, anonimato y emergencia. Si lo desaparecen o lo limitan drásticamente, entregaríamos nuestra libertad financiera. Digitalizar puede tener beneficios, pero México sin efectivo 2030 es una puerta al control total”, se escucha decir a una mujer en un video que superó los 47 mil “me gusta” y las 615 mil reproducciones.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, sí anunció una propuesta para reducir el uso de dinero en efectivo y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público sí promoverá el incremento del uso de otros métodos de pago en la Política Nacional de Inclusión Financiera (PNIF) 2025-2030.
Sin embargo, no hay registro hasta el 3 de diciembre de 2025 de un anuncio oficial sobre un plan que busque la desaparición total de los pagos en efectivo para 2030.
Además, el economista Antonio Ruiz Porras explicó que una propuesta como esa implicaría cambios en la infraestructura monetaria y las leyes mexicanas, inviable para ese año.
“Tendría que haber un proceso de transición y eso seguramente llevaría años. Hay que recordar, por ejemplo, que cuando hubo la transición del viejo peso al nuevo peso se tardaron años en hacerlo”, agregó.
¿Qué sabemos de la reducción de uso de efectivo en México?
El pasado 9 de octubre, Sheinbaum dio a conocer que se presentaría una propuesta de digitalización de pagos, un método que ya se ha implementado en países como Brasil, India o China.
“Lo está trabajando Secretaría de Hacienda y lo vamos a presentar muy pronto: de avanzar en los pagos digitales, que se utilice menos el efectivo. Eso no solo ayuda en seguridad, sino que da mucha facilidad a las personas; eso ayuda también a fortalecer la economía, lo que se llama la ‘economía formal’”, dijo la mandataria.
Sin embargo, no mencionó o detalló que para 2030 se dejaría de usar el dinero en efectivo en el país, ni se encontró información al respecto en una búsqueda en Google con las palabras clave “plan”, “México sin efectivo”, y “2030”.
Lo que sí se identificó entre los resultados fue la presentación que hizo el Consejo Nacional de Inclusión Financiera (CONAIF) de la PNIF 2025-2030, donde uno de los objetivos es “incrementar la adopción y frecuencia de uso de los medios de pago diferentes al efectivo”.

Para cumplimentar la meta, se establecieron las siguientes estrategias:
- “Fortalecer la adopción y el uso de medios de pago electrónicos entre personas, empresas y Gobierno para incrementar la transparencia y seguridad de las operaciones y recursos
- Impulsar condiciones que favorezcan la aceptación de pagos digitales y con tarjeta para facilitar su uso e incrementar las opciones disponibles de pago en beneficio del público usuario”.
Sin embargo, en el documento no hay mención de la desaparición o limitación del dinero en efectivo.
Efectos de la reducción del uso de efectivo
Ruiz Porras explicó que en países como China se ha amplificado el uso de pagos electrónicos y que es engañoso señalar que al reducirse el uso de efectivo se perdería por completo la libertad financiera, ya que el manejo de billetes y monedas no corresponde al total del patrimonio de una persona.
Por otro lado, señaló que, en teoría, este aumento de formas de pago distintas al efectivo sí permitiría al gobierno tener más control, tomar decisiones en política monetaria y verificar la actividad de cualquier ciudadano. Además de que podría repercutir en las actividades del crimen organizado, que usa transacciones en efectivo.
Sin embargo, otros sectores que podrían verse afectados negativamente son el comercio informal, “la gente mayor, la gente que no está muy familiarizada con el uso de la tecnología o que vive en un lugar donde no hay señal. Ellos sí podrían tener problemas, se podría generar un proceso de discriminación en el uso de sus recursos monetarios por una situación de condiciones socioeconómicas adversas”, advirtió el especialista.
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