Por Liliana Elósegui
En redes sociales y diversas ruedas de prensa, el presidente Donald Trump amenazó con quitar la ciudadanía estadounidense a varios de sus opositores políticos. Fue el 12 de junio cuando declaró que consideraba revocar la ciudadanía de la comediante Rosie O’Donnell, algo que legalmente no puede hacer, pues se trata de un derecho constitucional.
En sus declaraciones, el mandatario también amenazó a su anterior colaborador Elon Musk (nacido en Sudáfrica) y al aspirante demócrata a la alcaldía de Nueva York, Zohran Mamdani (nacido en Uganda); y que fueron naturalizados como ciudadanos estadounidenses hace algunos años.
¿Se puede revocar la nacionalidad? Sí, pero solo a naturalizados y no de manera automática
El proceso de revocar la ciudadanía a personas naturalizadas se llama «desnaturalización». A diferencia de O’Donnell (nacida en EE.UU.), el gobierno sí puede quitar la ciudadanía a personas naturalizadas, pero solo en casos muy específicos y luego de un proceso legal.
La administración Trump insiste en promover más casos de desnaturalización, sin embargo las diferencias políticas no justifican quitarle la ciudadanía a las personas.
Pese a ello, en junio, el Departamento de Justicia ordenó priorizar estos casos, enfocándose en amenazas a la seguridad nacional e integrantes de pandillas, pero es importante destacar que esta política no aplica a las y los ciudadanos nacidos en Estados Unidos.
Como ejemplo, la Corte Suprema estableció en 1967 que solo pueden perder la ciudadanía las personas que renuncian a ella voluntariamente. «Una vez que se obtiene la ciudadanía estadounidense, se tiene derecho constitucional a ella», dice Eugene Volokh, profesor de derecho de UCLA, en entrevista con PolitiFact.
La ciudadanía estadounidense por nacimiento es irrevocable
En Truth Social, Trump dijo que la ciudadanía de O’Donnell «no beneficia al país» y la llamó «amenaza para la humanidad«.
La actriz se mudó a Irlanda tras la reelección de Trump y actualmente busca la ciudadanía irlandesa. El enfrentamiento entre Trump y O’Donnell se remonta a 2006, y desde entonces hay intercambiado críticas mutuas e insultos.
Sin embargo, sus conflictos personales no afectan su ciudadanía. Especialistas confirman que el presidente no puede quitarle la ciudadanía a alguien nacido en EE.UU. por desacuerdos políticos.
«La Corte Suprema ha sido muy clara: el gobierno no puede quitar la ciudadanía a personas nacidas en EE.UU. bajo ninguna circunstancia«, explicó a PolitiFact Cassandra Burke Robertson, experta en desnaturalización.
Robertson explica un caso de 1958 en la Corte Suprema de Estados Unidos, donde un soldado estadounidense desertó en Marruecos y se entregó al día siguiente. El militar fue dado de baja deshonrosamente y despojado de su ciudadanía estadounidense, sin embargo la Corte declaró esta acción como inconstitucional, llamándola «una forma de castigo más primitiva que la tortura«.
Según la ley de inmigración, hay ciertos actos que una persona nacida en suelo estadounidense puede llevar a cabo que, cuando se «realizan voluntariamente y con la intención de renunciar a la nacionalidad», resultan en la pérdida de la ciudadanía.
Estos actos incluyen: servir en ejércitos considerados «enemigos», trabajar para gobiernos extranjeros que requieran declarar lealtad, renunciar formalmente en un consulado, o ser condenados por traición con intención de renunciar a la ciudadanía. Todos estos actos deben hacerse voluntariamente y con la finalidad específica de dejar la nacionalidad estadounidense.
¿Qué pasa con las personas naturalizadas?
Trump dijo que «consideraría» desnaturalizar a Musk (naturalizado en 2002) tras un conflicto sobre gastos gubernamentales. También cuestionó sin pruebas la ciudadanía de Mamdani (naturalizado en 2018), prometiendo «revisarlo todo».
Sin embargo, el presidente no puede desnaturalizar a nadie, explica Michelle Mittelstadt del Instituto de Política Migratoria. «La desnaturalización es extremadamente rara y solo ocurre cuando alguien ocultó crímenes de guerra, vínculos nazis, antecedentes penales o fraude migratorio«, dice la especialista.
En el caso de las y los ciudadanos naturalizados, pueden perder su ciudadanía por dos vías, pero nunca por diferencias políticas.
El gobierno puede acusar a personas de fraude de naturalización (obtener ciudadanía mediante mentiras o no cumplir requisitos). Si son condenadas, pierden la ciudadanía automáticamente.
En casos penales, los acusados tienen derecho a abogado, hay prescripción de 10 años y el gobierno debe probar culpabilidad sin duda razonable.
La segunda forma es mediante demanda civil, alegando que la persona «obtuvo la ciudadanía ilegalmente». Este proceso civil «carece de muchas protecciones constitucionales»: no hay derecho a abogado gratuito, no hay prescripción, no hay jurado y la carga de prueba es menor.
El memorando de junio del Departamento de Justicia prioriza estos procedimientos civiles.
LINKS | FUENTES:
- Presidente Donald Trump, publicación en Truth Social
- Rosie O’Donnell, publicación de Instagram
- Departamento de Estado de EE. UU., Renuncia a la nacionalidad estadounidense
- Instituto de Información Legal, Título 8 del Código de los Estados Unidos, § 1481: Pérdida de la nacionalidad por ciudadano nativo o naturalizado; acción voluntaria; carga de la prueba; presunciones
- Politifact