Por Deyra Guerrero
Muchas mujeres recibirán la temporada de fiestas decembrinas con un motivo más para celebrar: un embarazo, alegría no sólo para la madre, sino también para todo su círculo familiar y social más cercano.
No obstante, quienes esperan el nacimiento de un hijo son saturadas de información que proviene de todas las fuentes, algunas sin sustento y que se siguen por tradición. Se trata de mitos que se trasmiten de boca en boca, en el que todos se consideran “especialistas” y que llegan a agobiar a quien es blanco de ellos.
Verifiquemos cinco afirmaciones que se encuentran entre las más populares:
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Los bebés se pueden asfixiar con el cordón umbilical
Durante el embarazo el bebé todavía no “respira” aire como nosotros a través de sus pulmones, por lo que no se puede hablar de que al enredarse con el cordón umbilical en el cuello exista peligro de asfixia. El oxígeno le llega a través de la placenta y el cordón umbilical, y aunque es verdad que en éste último se pueden formar nudos, ocurre en 1.2% de los casos, bajo porcentaje del cual apenas 6% se relaciona con muertes perinatales.
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Si eres muy delgada no podrás tener parto natural.
Aunque la pelvis sea muy estrecha, no es una estructura rígida o fija, sino que tiene una gran capacidad para adaptarse. La posición en la que se dé el parto es de mayor importancia. Para los ginecólogos, en la desproporción feto-pélvica la clave es el tamaño del bebé y no tanto si la madre es muy delgada, por lo que la decisión médica de si el parto será natural o por cesárea se basa en múltiples factores, no en la complexión física de la mujer.
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Según la altura de la barriga, será niño o niña
Se trata de uno de los mitos más comentados: si la mujer embarazada tiene la barriga más arriba, el bebé será niña, y si está más abajo, será niño, dicen. Que si es picuda es niño y redonda, niña, afirman. Lo cierto es que no existen pruebas científicas de que esto sea cierto. El tipo de barriga puede deberse a una variedad de causas como la etapa del embarazo, el tamaño de los músculos, la estructura, la posición del feto, su postura y la cantidad de grasa depositada alrededor del abdomen. Si se quiere saber el sexo del bebé lo más certero es preguntar al médico.
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Las relaciones sexuales pueden afectar al hijo
Salvo que el médico ordene a abstenerse por alguna complicación, el tener relaciones sexuales no puede hacer que se toque o dañe al bebé. Siete capas de piel, desde la pared abdominal hasta el saco amniótico protegen al hijo. El cuello uterino se ha alargado y endurecido para evitar que cualquier cosa entre, además de producir un moco para mantener a la vagina limpia y libre de infección.
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Primeros bebés siempre tardan más en llegar
Es verdadero hasta cierto punto, ya que aproximadamente el 60% de los casos de primer hijo de una mujer llegan después de su fecha establecida, el 5% en el punto marcado del calendario y el 35% nace antes. El tiempo está directamente relacionado con la duración del ciclo menstrual de la madre. Si es más corto, es más probable que tenga un parto prematuro, y si el ciclo es más largo, aumenta la posibilidad de que llegue más tarde. Si por lo general el ciclo menstrual es de 28 días, se incrementan las opciones de que el parto se concrete en la fecha establecida. Sin embargo, de nuevo, este un tema que se tendrá que revisar con el médico personal y tiene una amplia gama de alternativas según las circunstancias particulares del embarazo.