Por Melina Barbosa y Leslie Orozco
En los últimos años, la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) ha sido el foco de denuncias por faltas a derechos humanos como violencia de género, agresiones sexuales, acoso, discriminación y otras formas de violencia hacia la comunidad universitaria.
Por lo menos un centenar de casos se han dado a conocer a través de colectivas, redes sociales, medios y en las propias paredes de las 26 facultades de la universidad pública más grande del norte de México.
Testimonios recopilados por Acoso en la U
En 2022 durante las manifestaciones del 8 de marzo que conmemora el Día Internacional de la Mujer, estudiantes de las preparatorias y facultades pertenecientes a la máxima casa de estudios, escribieron los nombres de los profesores y alumnos que presuntamente las han violentado.
Sin embargo, la respuesta de las autoridades y docentes de varios planteles fue desechar las quejas, algunos arrancaron los carteles y los tiraron a la basura y otros argumentaron que no se puede despedir a un empleado «nada más» porque las alumnas pegaron un cartelón o porque están exigiendo que lo corran.
Este 2023, una nueva ola de acusaciones encabezadas por las estudiantes de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia ha hecho saltar las alarmas y una vez más, ha puesto en duda el seguimiento a las denuncias por acoso en la UANL.
«¡Ser pasante no significa que puedes pasarte conmigo!, ¡Aquí no es centro de reinserción social, los acosadores van a la cárcel!. Dejen de contratar acosadores!», son algunas de las consignas que fueron colocadas en las paredes de la FMVZ el pasado 11 de marzo.
Al exterior del plantel ubicado en Escobedo, universitarias colocaron más de sesenta pancartas contra el acoso y la violencia de género en los vidrios y las paredes de la puerta principal.
En las cartulinas fueron exhibidas fotografías y algunos nombres de los profesores y alumnos señalados como violentadores, así como diversas peticiones a los directivos de la facultad para proteger a las víctimas.
Entre esos casos se encuentra el de un profesor que continúa impartiendo clases pese a que ya acumula varias denuncias de acoso hacia las alumnas de la FMVZ.
Una estudiante (cuyo nombre se reserva para proteger su identidad) confirmó a Verificado y Reporte Índigo que al docente se le asignó impartir las materias de Cultura de la Paz y Cultura de Género para el periodo escolar enero-junio 2023, esto pese a que una constante durante las clases con ese profesor son los «chistes sobre las mujeres y las violaciones».
Justicia para Juan Manuel
Recientemente, el caso de Juan Manuel Rodríguez González dejó en evidencia lo que tantas alumnas gritan cada 8 de marzo frente al silencio patriarcal, que la UANL brinda mayor protección a los agresores y que su protocolo no ha logrado prevenir o atender las denuncias de las víctimas.
Juan Manuel, alumno de la UANL, denunció a través de Tik Tok que fue víctima de abuso sexual por parte de administrativos y estudiantes pertenecientes a la Facultad de Derecho y Criminología (FACDYC).
Cuando Juan estaba en primer semestre asistió a una “novatada”, una especie de ritual que los alumnos de grados superiores realizan con los de nuevo ingreso, luego de tocar en un evento con el grupo musical de la Facultad conocido como “La Tuna”.
En el video viralizado en redes sociales, el joven estudiante denuncia que los integrantes de La Tuna lo desnudaron, sometieron, golpearon y abusaron sexualmente de él en las instalaciones de la universidad.
Juan acusa que «desde hace tres años no se hace justicia en la escuela que predica la justicia» y que su caso no ha tenido avances debido a que Alejandro Ruiz Barragán y Alejandro Limón Mancilla, principales responsables de su abuso, son familiares de antiguos funcionarios de la UANL.
Tras la presión mediática y estudiantil, la universidad finalmente emitió un comunicado el pasado tres de marzo en el que se informa la “suspensión por un año de los derechos académicos a los alumnos involucrados y suspensión de 3 años de los derechos académicos y administrativos a los exalumnos y personal administrativo participantes” en el abuso de Rodríguez González.
Ante esta respuesta, Juan ha solicitado que la UANL retire las cédulas y expulse a sus agresores, argumentando que “no nos sirve de nada tanto a mí como a la comunidad que estas personas y administrativos tengan vacaciones si como quiera regresarán”.
Desde que expuso el abuso que sufrió dentro de la casa universitaria, Juan Manuel no solo se ha dedicado a seguir difundiendo su inconformidad con la resolución de la Comisión de Honor y Justicia del Consejo Universitario, sino que además ha formado una red de apoyo en la que otras víctimas le comparten sus testimonios.
Con la finalidad de refutar la narrativa de que los abusos en la UANL son casos aislados y sobre todo, para continuar con la exigencia de justicia y de espacios educativos que sean seguros, Juan se ha encargado de publicar las historias de otras víctimas de manera anónima en su perfil de Facebook.
Tras revisar los testimonios recopilados por Juan, se constató que la mayoría corresponden a abusos ocurridos durante novatadas organizadas tanto por grupos musicales de varias facultades, como por otros equipos deportivos que acosan a las y los nuevos integrantes.
Transfobia dentro de la UANL
Loren Daniel Ibarra era académico de la UANL en la Facultad de Psicología hasta que anunció su cambio de género.
En 2018, Ibarra presentó una queja por discriminación ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Nuevo León y un mes después, fue despedido sin justificación alguna.
Los despidos injustificados son una problemática que constantemente enfrentan las personas trans, y en el caso del investigador y docente tuvieron que pasar cinco años para ganar la demanda laboral contra la UANL.
En palabras de Loren Daniel, “se trata de la primera sentencia en todo México que se menciona que hubo discriminación. Además se comprobó que la Universidad Autónoma de Nuevo León violó el derecho a la no discriminación y se le ordena a la UANL que me reinstale en la facultad de psicología porque nunca me debieron de haber despedido”.
Lesbofobia en la universidad
Otro caso que generó indignación un año después del despido de Loren Daniel fue el de Carina Jasso y Katherine Góngora, una pareja de estudiantes de la Facultad de Derecho y Criminología de la UANL (FACDYC) que en 2019 denunciaron que la institución protegió más al agresor que a ellas como víctimas de discriminación y acoso.
Cuando no te puedes sentir segura ni en la universidad…😡 pic.twitter.com/m9WckMR9uG
— Tercera Vía (@terceraviamx) January 30, 2019
De acuerdo con su testimonio, a pesar de que el agresor las insultó y golpeó en una ocasión, ellas fueron suspendidas por cinco días.
“Al regresar a la escuela después de la suspensión los maestros nos estuvieron insultando (…) diciéndome cosas como que yo merecía los golpes por ser lesbiana y que para qué me había metido yo en ese problema”, detalló Carina en su video denuncia.
Las alumnas señalaron que no se sienten cómodas en la facultad pues aunque el reglamento contempla que los actos de violencia y discriminación están prohibidos, su agresor sigue estudiando en la universidad.
Años de opacidad e impunidad institucional
Las y los estudiantes de la UANL estudian con miedo y en las mismas aulas que sus agresores, por lo que la misma comunidad reclama que el protocolo contra la violencia de género no funciona y deja en total desamparo a las víctimas.
Si bien, el 16 de enero de 2014 se firmó el convenio de colaboración entre la UANL y el Instituto Estatal de las Mujeres del Gobierno del Estado de Nuevo León, cuyo objetivo fue la creación de la Unidad para la Igualdad de Género (UNIIGÉNERO) fue hasta el 13 de marzo de 2019 cuando se aprobó el Protocolo de Atención para casos de Acoso u Hostigamiento Sexual.
En el Informe 2017-2021 publicado en el portal de UNIIGÉNERO se lee que “la comunidad universitaria: alumnado, profesorado y trabajadores administrativos son atendidos en el proceso de denuncia con el acompañamiento de la Unidad para la Igualdad de Género, la atención psicológica con el apoyo de la Extensión de Equidad de Género de la Unidad de Servicios Psicológicos de la Facultad de Psicología y la sustanciación de la queja realizada por la Comisión para la Investigación en Igualdad de Género del H. Consejo universitario (CIIGEN)”.
No obstante, hasta la fecha, la UANL no cuenta con cifras públicas o datos sobre los casos atendidos de acoso, abuso sexual u otro tipo de agresiones, por lo que aún se desconocen los resultados del convenio y de las unidades encargadas de atender a las víctimas y de combatir la violencia de género.
Tanto Juan Manuel como el resto de estudiantes cuestionan las resoluciones de la UANL y sus sanciones, pues aunque el artículo 64 del protocolo de Atención para casos de Acoso u Hostigamiento Sexual menciona que se puede aplicar la expulsión de las personas responsables, esta medida rara vez se aplica.
Investigación realizada en conjunto con Reporte Índigo
Imagen de portada: Reporte Índigo