Por: Séverine Durin
Lydia Cacho lo señalaba desde hace más de una década en “Esclavas del poder: trata sexual” (2010), Nuevo León es un eslabón en las redes internacionales de trata de mujeres, adultas y niñas para fines de explotación sexual. Evidenció la existencia de conexiones entre el área metropolitana de Monterrey, el Caribe mexicano, Venezuela y Argentina por medio de familiares de gobernantes, abogados, funcionarios de migración, entre otros actores involucrados en el negocio transnacional de la explotación sexual. Considerando los vínculos que permiten el funcionamiento del comercio sexual, por encima del bienestar de las niñas y mujeres, es bastante difícil desarticular estas redes criminales, además de ser esto en extremo peligroso para quienes las señalan. Es de dominio público la persecución sufrida por la periodista Lydia Cacho.
Esto no significa que nada se pueda hacer, empezando por las mujeres que están involucradas en contra de su voluntad en este muy lucrativo negocio. Más allá de la polarización del debate entre el trabajo sexual y la trata de mujeres, las feministas abolicionistas así como las reglamentaristas coinciden en que ninguna mujer ha de ser cosificada hasta el punto de verse transformada en mercancía y obligada a sostener relaciones sexuales para el beneficio económico de una tercera persona. Siempre que haya coacción, es trata.
¿Qué pasa cuando una mujer busca escapar de su tratante y de las complicidades que le permiten operar impunemente? Requieren encontrar un espacio seguro donde refugiarse y tengan la seguridad que no podrán ser localizadas e identificadas. Un espacio donde serán acuerpadas, escuchadas, comprendidas. Este es un paso imprescindible para su reconstrucción, como persona, y para tener la oportunidad de reconectar con sí misma, y volver a relacionarse con las demás personas desde la confianza, más no dentro de un marco de dominio y explotación.
Además, cuando una mujer sobreviviente de trata está a salvo, después de cierto tiempo estará en condiciones de declarar en contra de sus tratantes, y brindar información valiosa para llegar a procesarlos. Tan es así que hay una mayor incidencia en contra de la trata de mujeres en los estados de la federación donde existen refugios para mujeres sobrevivientes de trata.[2] Además, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (2019)[3] recomienda, con base en protocolos internacionales, esperar seis meses a que la víctima esté en posibilidad de hablar y denunciar. Lo primero es resguardarse y reconstruirse.
La trata de mujeres y niñas para fines de explotación no sólo concierne a mujeres extranjeras -así como nuestra referencia inicial a la investigación de la periodista Lydia Cacho podría hacernos pensar- sino que en su inmensa mayoría las niñas y mujeres víctimas de trata para fines de explotación sexual son de nacionalidad mexicana (CNDH, 2019).
En Nuevo León, y en el municipio de Monterrey en particular, el crecimiento de la trata de mujeres para fines de explotación sexual en años pasados ha sido alarmante, especialmente desde 2017.[4]
De acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en Monterrey aumentó un 70.6% las averiguaciones previas o carpetas abiertas por trata entre 2015 y 2019, y 75% de las víctimas de trata son niñas y mujeres.[5] Además, la impartición de justicia en la materia arroja resultados preocupantes. Sólo cinco personas fueron sentenciadas entre 2012 y 2018,[6] cuando esperaríamos que ante tal alza se busque desmantelar las redes delincuenciales que permiten el ejercicio de la trata de mujeres.
Mapa 1. Averiguaciones Previas o Carpetas de Investigación Abiertas por Municipio (2015-2019)
A pesar de ser Monterrey la segunda ciudad más importante del país, y Nuevo León un estado con altos índices de bienestar y producción de riquezas, no existe ningún refugio para mujeres sobrevivientes de trata, público o privado,[7] mientras los hay en la Ciudad de México, y entre otras entidades. Esta es una deuda pendiente de las autoridades con la ciudadanía, y las niñas y mujeres,[8] ya que la Ley General Para Prevenir, Sancionar Y Erradicar Los Delitos En Materia De Trata De Personas Y Para La Protección Y Asistencia A Las Víctimas De Estos Delitos, en su artículo 62, establece que las autoridades encargadas de la atención en los tre s ámbitos de gobierno (federal, estatal y municipal) tendrán que proveer protección y asistencia en albergue durante su recuperación, rehabilitación y resocialización, así como en los lugares adecuados para garantizar su seguridad.[9]
Trata de Personas (CNDH)
https://www.youtube.com/watch?v=X9aa7NSi70M
Sin duda, combatir la trata para fines de explotación sexual es complejo, por los magnos intereses económicos en juego, las complicidades tejidas entre traficantes y autoridades, y la visión patriarcal que coloca a las mujeres como seres inferiores, junto con las niñas y niños, las cosifica, y emula la supresión de los afectos en los varones. La tarea es mucha, pero requiere nuestro compromiso.
Sus víctimas son nuestras amigas, familiares, hijas adolescentes. Como padre, madre, hermano, hermana, preguntémonos cómo nos sentiríamos si nuestra hija o hermana se enamorara de un varón que le prometió el cielo y las estrellas, se fuera con él y no volviéramos a saber de ella.
El amor romántico a la Pretty Woman es una estrategia clave de la trata, ya que enamorar a las adolescentes y jóvenes es el principal modo de enganchamiento, para después involucrarlas en el comercio sexual. Si nuestra hija o hermana no aparece, es probablemente porque haya sido víctima de un enganchador. Prueba de ello es que en México, y en Nuevo León también, el perfil de las mujeres desaparecidas es inequívoco: son mayormente adolescentes.[10]
Libertad sin engaños ni promesas falsas (CNDH)
https://www.youtube.com/watch?v=QKSt-sHdJaA
Nuestras hijas, hermanas, sobrinas, amigas, nosotras, nos merecemos la implementación de medidas para rescatar a quiénes logran escapar de sus tratantes, para reconstruirse, irse de vuelta a casa, tener nuevas oportunidades de vida. Contar con refugios, y estrategias claras de protección y atención, es un paso imprescindible para lograrlo.
[1] https://www.unodc.org/toc/es/crimes/human-trafficking.html
[2] De acuerdo con el Centro de Derechos Humanos Fray Julián Garcés de Tlaxcala: “De 2017 a 2020 existieron 49 carpetas de investigación sobre trata de personas. Sin embargo, de enero 2017 a septiembre de 2020, únicamente hubo 4 sentencias condenatorias firmes. Además, observamos que estos procesos tardan de 5 a 7 años”.
[3] Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), 2019, “Diagnóstico sobre víctimas de Trata de Personas y las capacidades Institucionales para su atención”, disponible en https://www.cndh.org.mx/documento/diagnostico-sobre-victimas-de-trata-de-personas-y-las-capacidades-institucionales-para-su
[4] “Algunos datos para un diagnóstico sobre la trata de personas en Nuevo León”, Alejandra Vázquez Chavarría y Adriana González Veloz, 18 de octubre de 2020, informe sin publicar.
[5] En cuanto a las causas penales, son por trata con fines de explotación sexual o trata en general, no las hay por trabajo o servicios forzados, ni tráfico de órganos.
[6] No se sabe si la sentencia fue condenatoria o absolutoria (Vázquez y González, 2020).
[7] En el área metropolitana de Monterrey, Alternativas Pacificas A.C. brinda refugio a las mujeres víctimas de violencia en general; así mismo la Fiscalía General de Justicia en Nuevo León cuenta con un refugio de transición para mujeres víctimas de delito, y sus hijas e hijos menores, con capacidad para 12 personas. No obstante de 2012 a 2017 sólo se había atendido ahí a una víctimas (CNDH, 2019). La atención a las mujeres sobrevivientes de trata sexual requiere de espacio para su resguardo y alojamiento propios, así como de una atención integral.
[8] Si bien la mayoría de las víctimas de trata son niñas y mujeres, también las hay niños, varones y transexuales.
[9] Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), 2019, “Diagnóstico sobre víctimas de Trata de Personas y las capacidades Institucionales para su atención”, disponible en https://www.cndh.org.mx/documento/diagnostico-sobre-victimas-de-trata-de-personas-y-las-capacidades-institucionales-para-su
[10] Véase mi editorial anterior https://verificado.com.mx/el-miedo-fundado-a-desaparecer-ninas-y-mujeres-sin-localizar-en-nuevo-leon/