Por Luis Roberto Castrillón, José María Ricalde Ríos y Liam Zahaed Evangelista Moreno*
La líder estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en Baja California, Guadalupe Gutiérrez Fregoso, calificó a la gobernadora de la entidad, Marina del Pilar Ávila Olmeda de “frívola” y “sexosa”.
Fue durante una conferencia de prensa que la dirigente priista acusó a la mandataria bajacaliforniana de apoyar abiertamente a los candidatos del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA).
“La gobernadora sólo sabe hacer TikToks, hermano, no le preguntes de política a la gobernadora si todo lo que toca lo echa a perder, todos sus pronósticos, mejor hay que preguntarle a Carlos Torres (esposo de Ávila Olmeda) que es él que decide lo político del estado, la gobernadora me da tristeza… La gobernadora no sabe opinar de política, ella sabe de Tik Tok y frivolidad, le salen muy bien las canciones y se pone muy guapa y muy sexosa para ambientar el tema”, dijo en respuesta a preguntas de periodistas.
De la rueda de prensa a los medios: sexismo y violencia en razón de género cometido por la dirigente del PRI
Los dichos de Guadalupe Gutiérrez Fregoso fueron replicados por diversos medios periodísticos, entre los cuales uno retomó el tema para un artículo de opinión en el cual calificó los señalamientos de Gutiérrez Fregoso como una “neta” (o realidad).
Además, el sitio web El Maldad, consideró que cualquier denuncia que pudiera realizar la gobernadora o militantes de su partido frente a las descalificaciones implicaría salirse por la tangente “usando la vieja confiable de violencia política de género”.
A diferencia del criterio sarcástico del medio citado, la Guía sobre Violencia Política en Razón de Género editada por el Senado de la República aporta elementos que pueden considerarse para el análisis de las expresiones de Gutiérrez Fregoso.
El documento, elaborado con base en la legislación vigente en materia de violencia contra la mujer, así como electoral, de partidos políticos y de responsabilidades de funcionarios públicos permite interpretar que:
El señalamiento de que la gobernadora de Baja California está supeditada en su actuar administrativo y político a su esposo, Carlos Torres Torres, implica violencia política en razón de género al tratarse de un ataque o descalificación “insinuando que las mujeres no están preparadas para ejercer el poder, que su obligación es […] someterse a la autoridad de los hombres”.
De acuerdo a Cirenia Celestino, coordinadora de Comunicación y Capacitación en Comunicación en Información de la Mujer A.C. (CIMAC) este tipo de comentarios representan una regresión en los derechos político-electorales de las mujeres.
“Antes de que se ganara el derecho al voto, la argumentación era esa. ‘No dejen votar a las mujeres porque van a votar por quien les diga su marido’ es decir, negando las capacidades de las mujeres para decidir sobre el voto y asimilando que estaremos a expensas del marido, del padre, del hijo, o de otro hombre finalmente”
En el mismo documento se indica también como violencia a los actos o señalamientos que puedan “dañar la dignidad, integridad o libertad en el ejercicio de un cargo político, público, de poder o de decisión, que afecte derechos políticos y electorales”.
Si bien es cierto que la función que ejerce Marina del Pilar Ávila Olmeda como titular del Ejecutivo de Baja California la expone al escrutinio público y, por ende, a la crítica sobre su trabajo, ello no es justificación para la realización de ataques personales, calificaciones sexistas o denuestos que menosprecien su agencia como persona.
Ello, al considerarse incluso como violencia simbólica, entendida esta –en parte- como la imposición y reproducción de modelos como pueden ser “la desigualdad e inequidad basada en el sexo, donde el poder lo tienen los hombres sobre las mujeres”.
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*Integrantes del Taller de Análisis Crítico de Noticias, Universidad Marista de Mérida.
Este proyecto es realizado con el apoyo de la International Women’s Media Foundation (IWMF) como parte del Fondo Howard G Buffett para Mujeres Periodistas.