Más de 80 organizaciones profesionales de fact checking, de más de 40 países, enviaron hoy una carta a la directora general de YouTube, Susan Wojcicki, en la que la instan a tomar al menos cuatro medidas para que la empresa deje de ser «uno de los principales canales de desinformación del mundo».
Los equipos de fact checkers enumeran en su carta varios ejemplos de videos de YouTube de diferentes países que causaron verdaderos daños en la vida real y que, sin embargo, pasaron desapercibidos por las políticas actuales de la empresa.
«El mundo entero fue testigo de las consecuencias de la desinformación cuando una turba violenta asaltó el Capitolio de los Estados Unidos el año pasado. Desde la víspera de las elecciones presidenciales de EE. UU. hasta el día después, los vídeos de YouTube que apoyaban la narrativa del “fraude” tuvieron más de 33 millones de visualizaciones. Los ejemplos son demasiados para contarlos. Muchos de esos vídeos y canales siguen en línea hoy en día, y todos pasaron desapercibidos por los controles de las políticas de YouTube«.
Para la comunidad de verificación de datos, estas son solo algunas pruebas de que las políticas puestas en marcha por YouTube para combatir la desinformación son «insuficientes» y «no funcionan».
Las y los chequeadores destacaron en su carta que la situación es aún peor en los países no angloparlantes y en el sur global, donde las políticas se aplican aún menos.
Las organizaciones de fact checking enviaron cuatro solicitudes a la directora general de YouTube:
- Ejercer una transparencia significativa acerca de cómo viaja la desinformación en la plataforma y divulgar públicamente sus políticas para abordarla.
- Centrarse en proporcionar el contexto en lugar de eliminar los videos. Esto puede hacerse estableciendo una colaboración significativa y estructurada con organizaciones de verificación de datos e invirtiendo en su trabajo.
- Actuar contra los infractores reincidentes que producen contenidos constantemente marcados como desinformación e impedir que sus videos sean recomendados o promocionados por los algoritmos de la empresa.
- Ampliar estos esfuerzos a las lenguas distintas del inglés y proporcionar datos específicos para los países e idiomas, así como servicios de transcripción eficaces.
Esta solución, dicen los signatarios de la carta, «preserva la libertad de expresión al tiempo que mitiga los riesgos de daño a la vida, la salud, la seguridad y los procesos democráticos».
En su comunicación a Wojcicki, los medios firmantes expresaron su voluntad de apoyar a YouTube para poner en práctica esas solicitudes y «hacer de YouTube una plataforma que realmente haga todo lo posible para evitar que la desinformación y la información errónea se conviertan en armas contra sus usuarios y la sociedad en general».
El grupo espera tener una reunión con la directora general de YouTube para discutir las cuestiones planteadas en la carta.