Por Pablo Pérez
El último reporte de Reuters nos deja claro que las noticias cada vez están más en manos de los “influencers”, lo que hizo que muchos colegas pongan el grito en el cielo.
Me parece relevante el cambio en el hábito de consumo que deja los noticieros de la hora de la comida y de la noche por la conveniencia del Youtube o la eterna presencia de TikTok e Instagram.
¿Qué ofrecen los medios tradicionales en el siglo 21? En mi ciudad, Monterrey, el noticiero más importante lo dirige la misma persona desde hace más de 30 años y no hay mucha diferencia entre la permanencia de personajes como Alatorre, López Dóriga o Gómez Leyva.
Claro que se debe reconocer la experiencia, pero en un país mayormente joven y con la popularidad de medios cada vez más accesibles para los creadores o influencers, es inevitable que el público joven solo vea a Maria Julia Lafuente como material de memes (por cierto, dicen que ya anunció su retiro, vamos a extrañar los memes).
Entonces, mientras los medios tradicionales sigan insistiendo en hacer las cosas como hace 30 años, Chumel Torres y el Chapucero van a continuar dominando el influencerverso noticioso y de esto nadie tiene más culpa que los mismos periodistas.
Recuerdo perfectamente al principio de la pandemia como el director de “Corriente Alterna” afirmó que no tiene sentido incluir estudiantes de medicina en su proyecto de periodismo universitario porque “habría que enseñarles a escribir”.
Al mismo tiempo, Tecayehuatzin «Teca» Mancilla creaba “Historia para Tontos” y Rafa Carbajal nos enseñaba que puede ser “cool” saber de tecnología de alimentos.
Pueden culpar todo lo que quieran al algoritmo o a las redes sociales, pero la culpa solo es de nosotros por querer mantenernos vigentes sin aprender nada nuevo.