Ciudadania en Voz Alta
Por Nissi Valdovinos*
El camino para obtener información pública en nuestro país es complicado y largo, posibles razones por las que este derecho sea muy poco utilizado y con tendencia a la baja. Según la Encuesta Nacional de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales (ENAID) 2019 del INEGI, apenas el 3.6% de la población en México realizó una solicitud de información, comparado con el 2015 donde el 5.6% dijo haberlo hecho.
La experiencia de las y los pocos usuarios es desalentadora, de acuerdo con la misma encuesta, de las personas que sí hicieron una solicitud, el 28% no obtuvo la información requerida; y tras no obtener respuesta, la gran mayoría (69%) no tomó ninguna medida al respecto, posiblemente por desconocimiento de las herramientas legales disponibles, o para evitar el pesado trayecto burocrático y terminar igualmente con las manos vacías.
Recientemente desde Cómo Vamos Nuevo León, hicimos público que nos tomó un largo año obtener información de una solicitud que realizamos a la Secretaría de Desarrollo Sustentable (SEDESU), donde pedimos la base de datos de la Encuesta de Movilidad Domiciliaria, la cual arroja información relevante para entender cómo nos movemos en el Área Metropolitana de Monterrey.
La solicitud se efectuó mediante la Plataforma Nacional de Transparencia en agosto del 2020, y tras dos meses de espera, la Secretaría alegó que no contaba con la información.
Al respecto, decidimos interponer una queja ante la Comisión de Transparencia y Acceso a la Información del Estado de Nuevo León (COTAI).
Estas quejas llamadas formalmente Recursos de Revisión, sirven para impugnar la respuesta de las autoridades o inclusive la no respuesta a la solicitud de información, sin embargo, en la práctica usar este recurso conlleva mucho tiempo de seguimiento, un desgaste natural para la ciudadanía y ninguna garantía de obtener la información.
Luego de otros meses de espera, la COTAI resolvió a nuestro favor y le ordenó entregar la información.
Pese a ello, la Secretaría hizo el envío de un documento en formato pdf con los resultados incompletos. Al respecto interpusimos una inconformidad, otro mecanismo para seguir en la batalla por la información.
En este punto del proceso, un nuevo obstáculo fue que la Secretaría reservó de manera total de la base de datos por contener datos personales.
Como resolución final, la COTAI ordenó entregar el documento ocultando sólo esos datos. La versión entregada era ilegible y con más información oculta, de modo que optamos por interponer inconformidades hasta obtener una base de datos con información útil y accesible.
Este caso muestra la complejidad de acceder a la información, un gran desincentivo para que la ciudadanía no utilice los recursos que otorga la ley para “pelear” por la transparencia. Por ello debemos exigir a las y los gobernantes y autoridades, que adopten la Transparencia Proactiva como herramienta para hacer más accesible la información que es de todas y todos.
Fuentes:
- Instituto Nacional de Estadística y Geografía (2020). Censo Nacional de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales. Recuperado de: https://www.inegi.org.mx/contenidos/programas/cntaippdpf/2020/doc/cntaippdpf_2020_resultados.pdf
- Instituto Nacional de Estadística y Geografía. (2019). ENAID 2019, Encuesta Nacional de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales. Recuperado de: https://www.inegi.org.mx/contenidos/programas/enaid/2019/doc/enaid_2019_principales_resultados.pdf
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