Por Andrés A. Solís *
Oficialmente este domingo pasado terminaron las precampañas sin que ello
signifique de dejaremos de ver y escuchar propaganda partidista, sólo dejaremos de
escuchar los nombres de aquellas personas que aspiran a un puesto de elección
popular.
Ayer el Instituto Nacional Electoral presentó los resultados del monitoreo de
medios que realizó la Universidad Nacional Autónoma de México durante este
periodo de precampañas que en este caso, fue el monitoreo realizado del 14 de
diciembre de 2017 al 4 de febrero pasado.
En total 142 horas con 25 minutos de radio y 49 horas 27 minutos de televisión.
Fueron 63 noticiarios y diez programas de entretenimiento o espectáculos.
Y resulto que el PRI fue el partido más mencionado con el 20.05 por ciento del
total, seguido por Morena con 17.35 y el PAN con 16.48 y el resto para los demás
partidos.
El INE destacó que en este monitoreo fueron más las menciones negativas que
positivas y no es de sorprender, pues la prensa nacional ha sido insistente en
privilegiar la opinión y los juicios de valor por encima de la información
periodística.
No sorprende que según el INE de las cinco mil 641 piezas informativas emitidas
en radio y TV, 14.67 por ciento tuvieran adjetivos y en mil 368 hubiese
valoraciones negativas, menos información y datos duros y más valoraciones y
juicios por parte de quien presenta o incluso produce la nota.
Este es el monitoreo de medios electrónicos que no incluye a medios impresos ni
digitales, seguro que serían más las piezas informativas que más bien son
opinativas.
Aquí es donde de nuevo debemos reflexionar sobre cuál es el papel que medios y
periodistas debemos jugar una vez que inicien formalmente las campañas.
Ya sabemos que hay medios que tienen una clara inclinación hacia partidos,
coaliciones y candidatos, pero no podemos ni debemos justificar que estos medios
y periodistas privilegien la emisión de opiniones y hasta descalificaciones absurdas
y baratas por encima de la información útil que deben brindar a las audiencias.
Hay medios y periodistas también que han optado por concentrarse en lo que es
importante, en la información, en los hechos, en aquello que de verdad le sirva a
las personas para poder reflexionar su voto.
Hay medios que difícilmente cambiarán su manera de hacer una cobertura electoral
y seguirán siendo voceros de candidatos y candidatas o de sus partidos y
coaliciones.
Hay medios que se mantendrán en su zona de confort de seguir haciendo lo que
han hecho siempre: ser transcriptores de discursos de campaña donde vale más lo
anecdótico que la información importante.
Pero por fortuna la audiencia es exigente, especialmente la que tiene menos de 35
años y que podrá encontrar medios que si van a informar, que brindarán a su
público algo más que la nota del día.
Habrá que voltear a ver a esos medios y su manera de producir información y ver
de qué manera se acercan a esa enorme cantidad de votantes de la Generación
Millenial y de aquella gran cantidad de jóvenes que votarán por primera vez.
Discussion about this post