Al entrar a establecimientos comerciales, la toma de la temperatura se ha vuelto una situación común en el día a día, sin embargo surge la duda si es lo mismo utilizar un termómetro para medir la temperatura apuntando a la frente que a los brazos. Y no, no lo es.
El Consejo General de Colegios Farmacéuticos de España en entrevista para nuestros colegas de Maldita Ciencia afirmó que la temperatura no se puede medir en cualquier parte del cuerpo de forma indistinta. Aquí se los explicamos.
Una medición en el brazo “tiene un mayor impacto de la temperatura ambiente”
La temperatura normal del cuerpo “se considera cercana a los 37 grados centígrados”, según el Consejo General de Colegios Farmacéuticos. Pero “tanto la edad, las características de la propia persona, la hora del día o la zona del cuerpo donde se toma la temperatura, son factores que pueden afectar a la temperatura”.
Por ejemplo, Lorenzo Armenteros, portavoz de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) explicó que la temperatura promedio normal oral es de aproximadamente 37°C mientras que la temperatura rectal suele ser entre 0.3°C y 0.6°C más alta que la oral y la medida en la frente suele ser entre 0.3°C y 0.6°C más baja que la oral.
Antonio Blanes, responsable de Servicios Técnicos del Consejo General de Colegios Farmacéuticos, declaró que una medición debajo del brazo “tiene un mayor impacto de la temperatura ambiente”.
Los termómetros infrarrojos frontales «están preparados para tomar la temperatura, específicamente, en la frente». Si se toma en otras partes, “puede ser variable y los resultados no serán óptimos”. “Incluso, si una persona lleva maquillaje o una crema hidratante, se puede alterar las mediciones”, afirma.
No hay evidencias de que apuntar a la frente con un termómetro infrarrojo sea perjudicial para la salud
En los últimos meses han circulado diferentes vídeos y publicaciones en las que se afirma que medir la temperatura en la frente puede ser perjudicial para la salud. A día de hoy no hay evidencias de que sea así. En diversos desmentidos realizados por Verificado, Maldita Ciencia u otros miembros de la red LATAM Chequea hemos explicadp por qué no hay pruebas de que estas pistolas para medir la temperatura “maten” las neuronas ni dañen la vista.
Pablo Eguía, vocal de la Sociedad Española de Neurología, explica que estos dispositivos “no emiten ninguna señal perjudicial y por tanto no dañan nuestro organismo”.
En la misma línea se posiciona Conchi Lillo, profesora de la Universidad de Salamanca y neurobióloga: “No se matan mil neuronas cada vez que se mide la temperatura, estaríamos todos muertos a estas alturas”.
La especialista señala que es imposible que este tipo de dispositivos “pueda provocar daño alguno en nuestro organismo porque las pistolas para medir la temperatura, a pesar de que se llamen ‘de infrarrojos’, no emiten, sino que recogen la información del calor que desprende un cuerpo”.
Los humanos, según explica, emitimos calor en forma de infrarrojos. “Nuestros ojos no perciben este tipo de radiación, pero hay aparatos que sí lo hacen, como estas pistolas medidoras de temperatura, que usan esta tecnología para recoger la información del calor corporal”, cuenta.
E incluso en el caso de que emitieran radiaciones infrarrojas, “estas tendrían que ser muy concentradas y de una gran potencia para que fueran potencialmente dañinas”.
Raúl Máximo, ingeniero de soporte técnico de PCE Instruments (una empresa que comercializa dispositivos de este tipo) insiste en que “un termómetro infrarrojo de frente sin señalador láser o de otro tipo no debe emitir nada, salvo la mínima radiación electromagnética que pueda emitir cualquier equipo electrónico de pequeña potencia, que no está demostrado que suponga ningún daño a las neuronas ni a la salud en general”.
“De demostrarse algo así, tendríamos que prescindir de todo equipo eléctrico y electrónico que tengamos y volver a la Edad de Piedra”, declaró a Maldita Ciencia.
Estos dispositivos son productos sanitarios y han tenido que pasar controles de calidad
Ni la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ni la Agencia de Medicamentos y Alimentación Americana (FDA) hacen ninguna referencia sobre que los termómetros infrarrojos tengan posibles contraindicaciones que perjudiquen la salud, tal y como indica Armenteros.
Los termómetros son productos sanitarios y, para comercializarse legalmente en la Unión Europea, deben haber sido evaluados por un Organismo Notificado y estar provistos del marcado CE (que garantiza que cumple unos requisitos de seguridad, eficacia y calidad).
En el caso de México, las buenas prácticas de fabricación de dispositivos médicos, están reguladas por la COFEPRIS bajo los estándares de la Norma Oficial Mexicana NOM-241-SSA1-2012.
Blanes explica que antes de salir al mercado, han tenido que superar una serie de ensayos. Por ejemplo, “de calibración y precisión o los ensayos de protección frente a peligros eléctricos, radiaciones indeseadas, temperaturas excesivas”.