Por Micaela Marchant, REI Chile *
La iniciativa de realizar este plebiscito constitucional surgió a partir del llamado Estallido Social ocurrido hace un año en Chile. El 15 de noviembre, después de casi un mes de iniciadas las manifestaciones, los parlamentarios de todos los sectores políticos redactaron el Acuerdo por la Paz Social y la Nueva Constitución, donde se acordó la realización de un plebiscito para consultar a los ciudadanos si están de acuerdo o no con cambiar la carta magna y qué órgano será el encargado de redactarla.
En un inicio, el referéndum estaba programado para el mes de abril, pero a causa de la pandemia se pospuso hasta el 25 de octubre de 2020.
Actualmente Chile se rige por la Constitución de 1980, la cual fue redactada durante la dictadura militar de Augusto Pinochet. Aunque hasta ahora ha sido reformada en 52 oportunidades, gran parte de la población la considera ilegítima en su creación, la base de las desigualdades que aquejan a la población y un freno para cambios profundos.
En el plebiscito, las y los chilenos deberán emitir dos votos, uno donde marcarán si quieren o no una nueva Constitución y otro donde decidirán qué órgano será el encargado de redactarla.
Para el primer voto las opciones son Apruebo, que en caso de ganar iniciaría el proceso de creación de una nueva Constitución. La opción contraria es Rechazo, que en caso de ganar, dejaría todo igual y se mantendría la Constitución actual.
Según las últimas encuestas difundidas en el país, el Apruebo sería la opción mayoritaria con alrededor de un 60% de las preferencias.
En cuanto a qué órgano redactará la Constitución en el caso de iniciarse el proceso, las opciones son Convención Mixta Constitucional donde un 50% de los miembros son escogidos directamente a través de una votación popular y el otro 50% se completa con parlamentarios designados por el congreso.
La otra opción es la Convención Constitucional que cuenta con un 100% de miembros escogidos directamente por votación popular y es la única opción que garantiza una total paridad de género entre sus miembros. En el caso de ganar esta opción, la nueva Carta Magna chilena se podría transformar en la primera Constitución paritaria del mundo.
Los constituyentes, sin importar si gana la Convención Mixta o la Convención Constitucional se votarían el día 11 de abril de 2021, a partir de eso, el órgano tiene nueve meses para la redacción de la Carta Magna, con la posibilidad de aplazar el proceso solo una vez por tres meses más. Después de 70 días de entregado el documento por parte de la Convención se realizará un referéndum ratificatorio o plebiscito de salida, donde los chilenos deberán votar de forma obligatoria si aprueban o rechazan esta nueva Constitución.