- El presidente Vladimir Putin anunció que se registró una vacuna contra la enfermedad COVID-19 llamada “Sputnik V”.
- Fuentes oficiales rusas confirmaron que se va a continuar con la fase III de estudios clínicos.
- Especialistas han puesto en duda la eficacia y la seguridad de la vacuna y advierten por la falta de información sobre los procesos científicos.
Especial
En las últimas horas,el presidente ruso, Vladimir Putin, aseguró que en su país se registró una vacuna contra la enfermedad COVID-19. Llamada “Gam-COVID-Vak” o “Sputnik V”, se trata del primer anuncio de este tipo a nivel mundial, en un contexto en el que están en desarrollo varios proyectos de vacuna contra este virus.
Una vacuna contra el nuevo coronavirus podría ser el paso inicial para terminar con la pandemia. Sin embargo, las noticias provenientes de Rusia fueron cuestionadas por distintos organismos y especialistas.
Qué se sabe de la vacuna rusa
La “Sputnik V” es una vacuna vectorial de doble inyección, según señaló la Embajada de Rusia en Buenos Aires, que también agregó que inicialmente la vacuna será producida por el Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya y la compañía Binnofarm (ver acá).
Los ensayos clínicos de fase I y II se completaron el 1 de agosto de 2020, y la fase III “comenzará el 12 de agosto con más de 2 mil participantes en Rusia y varios países de Oriente Medio, incluidos los Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita, y de América Latina, como Brasil y México”, según detalla el sitio oficial de la vacuna (acá puedes leer más sobre cómo es el proceso de desarrollo de una vacuna).
Los ensayos de vacunas en seres humanos se llevan a cabo en 3 fases, siguiendo estrictas Normas de Buenas Prácticas Clínicas internacionalmente aceptadas. La fase I administra la vacuna candidata a un pequeño grupo de personas (entre 20 a 80 por lo general).
La fase II prueba la vacuna en un grupo más grande, de varios cientos de personas, que tienen características (como la edad y la salud física) similares a aquellas para las que está destinada la nueva vacuna.
Y, por último, la fase III ya implica una amplia base de pacientes, de entre 3 mil a decenas de miles, en distintos países.
Kirill Dmitriev, director Ejecutivo del Fondo de las Inversiones Directas de Rusia, dijo que el fondo ya había recibido solicitudes de mil millones de dosis de la vacuna de parte de 20 países, y que están llevando a cabo negociaciones con entidades de América Latina, Medio Oriente y Asia.
En las últimas horas, el estado de Paraná en Brasil anunció la firma de un acuerdo con el Fondo de Inversiones Directas de Rusia que, según informó el gobierno local, “deja abierta la posibilidad de realizar pruebas, producción y distribución” de la vacuna.
Ese estado también tiene un acuerdo con China por la vacuna Sinopharm. Esta última iniciativa (en fase III) se encuentra más avanzada en sus estudios clínicos que la rusa, de acuerdo con un relevamiento de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En América Latina, se anunció un acuerdo entre los gobiernos de México y Argentina, AstraZeneca y la Fundación Carlos Slim, para que la producción de la vacuna contra Covid-19 comenzaría en noviembre.
Carlos Slim Domit indicó que “Hace 10 semanas hicimos contacto con la Universidad de Oxford y AstraZeneca , lo que concluyó en un gran acuerdo para que México y América tengan una vacuna. Argentina fabricará la sustancia y México terminará la estabilización y el envasado para América Latina”.
Qué dudas genera este desarrollo
La eficacia y seguridad de la vacuna rusa han sido puestas en duda. Especialistas cuestionan la falta de información sobre los procesos seguidos durante la investigación y hasta señalan que los investigadores probaron la vacuna en sí mismos, lo que representaría una falla ética.
Además, indican que la vacuna no se ha probado en grandes grupos de personas, de acuerdo con los estándares internacionales, y solo hay registro de la prueba con 76 voluntarios.
Si bien en su comunicado la representación diplomática rusa en el país señaló que “la Organización Mundial de la Salud está en contacto estrecho con las autoridades rusas en los asuntos del desarrollo de la vacuna contra el coronavirus”, el último comunicado de la OMS de las distintas investigaciones para el desarrollo de vacunas contra el nuevo coronavirus ubica un proyecto del mismo Instituto Gamaleya en la primera de las 3 fases de estudios clínicos.
En diálogo con el programa “Habrá Consecuencias” de El Destape Radio, el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación de Argentina, Roberto Salvarezza, consideró que ante el anuncio ruso “hay que tener más esperanza”.
“Cuanto más vacunas crucen la meta y demuestren que son efectivas, cosa que ninguna ha hecho, pero que están más cerca (…), vamos a tener más posibilidades de que los 7800 millones de habitantes de este planeta dispongan de esta vacuna”, agregó el funcionario.
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